Artista caleña con carrera internacional que dirigió la Orquesta Filarmónica de Nueva York

El debut de Lina González-Granados con la Orquesta Filarmónica de Nueva York se dio entre el 9 y 12 junio durante los eventos de reapertura de la ciudad. Ha sido galardonada con la Medalla de Excelencia Esfinge 2021, es la asistente de Dirección del maestro Riccardo Muti en la Orquesta Sinfónica de Chicago y es compañera de dirección de la Orquesta de Filadelfia y la Sinfónica de Seattle, y fundadora de Unitas Ensemble, una orquesta centrada en destacar compositores latinoamericanos.

González-Granados habló sobre su trayectoria en la industria musical y el estado de artistas locales en el mundo.

¿Cómo ha sido la carrera que inició hace más de una década?
Al principio habían muchas más negativas que positivas y eso es normal. Yo considero que uno de los éxitos ha sido como se reacciona, y tener un nivel de resiliencia. Cuando yo se que hay cosas que hice mal y está bajo mi control, esas las asumo y creo que son las que me duelen más. A veces llamo a mi papá que es como mi mejor amigo y es el que me da los consejos. Entonces con mucha perspectiva, siempre pensando que en realidad hay mucha competencia y que no todas las oportunidades pueden ser mías.

¿Qué tan buen nivel tienen los músicos colombianos?
Yo creo firmemente que la educación es muy buena. Hay gente haciendo patria, porque se hace de varias formas no solo yendo a dirigir la filarmónica en Nueva York. Una cosa es la academia y otra es el negocio del entretenimiento de la música clásica, que está en Nueva York, en Londres y en París, porque son ciudades confluyentes de turismo musical. Yo veo gente (en Chicago) que se viene de Corea del sur, China y hasta Chile, solo a ver los ensayos. El valor intrínseco para la sociedad es mucho más que tocar la música, hay un montón de cosas que se pueden activar a través.

¿Qué tan rentable es estar en la academia o en el entretenimiento musical?
Depende del nivel, y ¿será que el dinero es lo que hace que nuestro arte tenga valor?. Yo no creo. Simplemente son diferentes formas de desempeñarse, un compositor, un profesor, un intérprete, todos tienen rentabilidad y valor, ¿que uno sea más rentable que el otro? a veces conozco profesores que tienen muchos más beneficios y pensiones, que nosotros quienes nos dedicamos a viajar por todo el mundo; cada quien se divierte y busca el éxito de diferentes maneras.

¿Cómo crear oportunidades para músicos que quieren dirigir grandes orquestas?
Una definitivamente es abriendo espacios en las orquestas profesionales para ayudar a jóvenes talento y definitivamente creer en el talento nacional para desde aquí proyectarlo internacionalmente y no al revés. La otra más a largo plazo es fomentar la educación musical para crear no sólo músicos sino también audiencias que puedan disfrutar y crean que la música les pertenece. En los pueblos no tienen acceso a músicos de alto calibre que los puedan inspirar. Entonces, descentralicemos la cultura, que todos creamos que en el campo, en las ciudades pequeñas, en el caribe, en el pacífico, porque hay un talento impresionante.

¿Que proyectos estaba realizando antes del debut con la filarmónica de NY?
Durante el principio de la pandemia fundamos con un colega mío Conductors Colective una comunidad mundial de directores que prestamos clases gratis, nosotros empezamos el primer webinar el 15 de marzo de 2020, y compartimos conceptos de dirección en donde el liderazgo es sano, hay límites y podemos hablar del fracaso de una forma más humana. Nuestro trabajo empezó a reanudarse en septiembre, mi primer viaje en pandemia, fue a Francia, fui a La Maestra, un concurso mundial para directoras de orquesta y ahí quedé en tercer puesto, fue muy chévere.

¿Cómo fue la experiencia de dirigir la Filarmónica de Nueva York?
Está bien fresquito, parece como si hubiera sido ayer, pero el tiempo se pasa súper rápido. Fue muy emocionante, fueron cuatro conciertos, era la primera vez que la orquesta que se reunía por completo en este año por la pandemia, teníamos público que no eran las cámaras y eso es muy importante en este renacer de Estados Unidos que recién está en proceso.

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¿Cómo se analizan este tipo de proyectos y qué requisitos deben cumplir para aceptarlos?
El primero definitivamente siempre es artístico, si el repertorio es uno en el que me siento cómoda, si es uno que ya he hecho o si va a ser fácil de hacerlo bien. Porque de todas formas (para el debut en Nueva York) yo tenía una agenda ocupada, entonces no podía dejar todo tirado para hacerlo, afortunadamente el repertorio se prestaba, la mitad del repertorio me lo sabía. Segundo, si en ese entonces si estoy lista para una orquesta o no, porque hay orquestas que en realidad son ventanas de muchísima exposición y tú analizas con cuidado si esa exposición va a ser positiva o va a ser negativa. Yo soy una creyente de que tienes que ser consciente de cuáles son tus límites, para que puedas crecer bien en vez de quemarte.

¿Qué proyectos prepara?
Estoy preparándome para mi debut con la Orquesta de San Francisco dentro de dos semanas. De ahí en adelante tengo otros conciertos en Rochester, Suecia y Dinamarca, y varios debuts como el de la Orquesta Nacional de España en noviembre. También voy a asistir al director ucraniano Vladimir Yurovsky. En el otro año voy a ir a Italia, Barcelona, Islas Canarias, y a Polonia con Santiago Cañón, el gran chelista colombiano ganador del Concurso Tchaikovsky.

¿Cómo se lleva este ritmo de vida?
Es bien duro, soy muy rigurosa en mis horarios, trato de establecer rutinas. Llevo mi café colombiano a todos los hoteles que me produzca ese sabor de hogar. Dentro de mis horarios siempre tengo un tiempo para estar conectada con mi familia. Aunque fue preocupante la pandemia, fui muy feliz con la oportunidad de estar seis meses con mi esposo en mi casa preparándome para lo que seguía, un maravilla tener ese privilegio. Tal vez en algún momento de la vida voy a cambiar eso, porque me gusta mucho tener a mis amigos y se vuelve un poco mono temático estar solo, pero de todas formas me siento muy agradecida y si un día me retiro habré hecho todo lo que he querido hacer.