Altos costos de viajar a Europa alejan a los estadounidenses de considerar el destino

Mientras los estadounidenses empiezan a decidir a dónde ir este verano, un continente entero está cayendo en la lista de prioridades: Europa.

Según un informe publicado el 3 de febrero en colaboración con el operador ferroviario Eurail BV, la proporción de viajeros estadounidenses que planean unas vacaciones en Europa ha descendido de 45 % en 2024 al 37 % en 2025, el nivel más bajo desde 2021, según datos de la Comisión Europea de Viajes. Los resultados se basan en una encuesta a 7.087 viajeros de larga distancia de Australia, Brasil, Canadá, China, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos; las preguntas tenían como objetivo discernir a dónde tenían previsto viajar las personas de estos países clave el año siguiente y por qué.

Según el informe, el principal factor que está hundiendo el interés de los estadounidenses por Europa es el coste. La preferencia por los viajes nacionales se clasificó como el segundo factor disuasorio más común para viajar a Europa, muy por detrás del precio. Si estas respuestas son un buen indicador del comportamiento de los estadounidenses en materia de viajes, las juntas de turismo europeas pueden esperar al menos medio millón menos de visitas entrantes durante el verano, ya que los datos del Departamento de Comercio muestran que 2,6 millones de viajeros estadounidenses volaron a Europa solo en julio de 2024.

“La disminución del sentimiento de viaje de Estados Unidos hacia Europa refleja presiones económicas más amplias, incertidumbre política y preferencias cambiantes de los consumidores”, dice Eduardo Santander, director ejecutivo de la Comisión Europea de Viajes, una organización que representa a 36 juntas de turismo europeas.

Y no se trata solo de los estadounidenses. Casi la mitad de los encuestados, independientemente de su origen nacional, mencionaron los costos del viaje como una preocupación principal. Si bien la mayoría de ellos planean viajar largas distancias en 2025, solo 44% de los viajeros globales dijeron que tienen la intención de visitar Europa este año, en comparación con 49% en 2024.

Aun así, la caída del interés es más pronunciada entre los viajeros estadounidenses, una señal de advertencia para los operadores hoteleros europeos, que han dicho que los grandes gastadores estadounidenses han formado abrumadoramente la columna vertebral de sus negocios desde que se reabrieron las fronteras después de la pandemia. Los viajeros chinos fueron el único grupo encuestado que mostró un creciente apetito por los viajes a Europa: el 61% de ellos planeaba pasar sus vacaciones allí en los próximos 12 meses, frente a 57% en 2024.

A pesar de las caídas, Santander afirma que Europa sigue siendo muy atractiva para los viajeros estadounidenses, por lo que la mayoría de las naciones de la UE vieron un aumento en las llegadas de estadounidenses en 2024 en comparación con los niveles de 2019. La clave para sostener ese crecimiento será "mejorar la asequibilidad y la conectividad de los vuelos", afirma.

Incluso la lectura más optimista de los datos sigue implicando que 2025 será un año decisivo para la industria de los viajes, tanto en Europa como en el resto del mundo. A continuación, se presentan cinco conclusiones adicionales de la encuesta de ETC que describen un panorama de los cambios que se avecinan.

Los viajes de invierno también se están viendo afectados.

En el primer trimestre de 2025, solo 18% de los viajeros estadounidenses planean visitar Europa. Esto no solo marca una caída interanual significativa desde el 28%, sino que también es la cifra más baja registrada desde que ETC comenzó a realizar encuestas anuales sobre el sentimiento de los viajeros de larga distancia en 2015. Los autores del informe atribuyeron esto en gran medida a la incertidumbre económica que rodea a la administración entrante de Trump, lo que hace que los consumidores estadounidenses sean más cautelosos. La encuesta se realizó entre el 2 y el 18 de diciembre de 2024.

Los viajes globales en general tendrán un comienzo lento en 2025.

El año pasado, 43% de los encuestados planeaba hacer un viaje de larga distancia en el primer trimestre del año. Ahora, los viajeros de todo el mundo están desistiendo. Entre ahora y marzo, solo el 36% de los encuestados realizará un viaje internacional, ya sea a Europa o a otro lugar. De 28% que planea visitar Europa (7% menos que en el mismo período de 2024), muchos más viajeros tienen como objetivo visitar Escandinavia, Austria e Italia, lo que se correlaciona con un repunte de las vacaciones de esquí alpino.

Después de todo, la gente no quiere realmente salirse del camino trillado.

En 2024, las multitudes récord provocaron grandes protestas contra el turismo en todas partes, desde Venecia hasta Barcelona y las Islas Canarias. Pero el exceso de turismo no es un factor disuasorio importante: solo 5% de los viajeros encuestados dijo que consideraría cambiar de destino debido a tales preocupaciones. Una mayoría, 61%, dijo que prefiere visitar las grandes ciudades y los lugares emblemáticos de Europa en lugar de lugares menos conocidos. Cuando se les preguntó si modificarían su comportamiento debido a las preocupaciones por la masificación en los principales sitios turísticos, 39% dijo que volvería en un momento más tranquilo del día si las hordas resultaran abrumadoras; más de una cuarta parte dijo que seguiría queriendo visitar el lugar a pesar de las multitudes y las largas colas.

Los estadounidenses no son los más propensos a derrochar.

En la encuesta de ETC se pidió a los encuestados que indicaran si su presupuesto diario de viaje normalmente sería inferior a 100 € (104 $), entre 100 € y 200 €, o más de 200 € por día (las cifras representan el importe total gastado en alojamiento, comida y otras actividades). En general, 30 % de los viajeros ahora tienen un presupuesto de más de 200 € por persona por día en sus viajes.

De las siete nacionalidades encuestadas, los estadounidenses no son los más propensos a derrochar. Solo 33% de ellos dijo que gastaría más de 200 euros al día, en comparación con 40% de los brasileños. Los viajeros chinos, que tenían fama de gastar mucho antes de la pandemia, son ahora los más propensos a gastar entre 100 y 200 euros al día, en un contexto de lento crecimiento económico en su país de origen. Solo 29% de ellos planea derrochar este año, lo que marca una marcada caída desde el 78% en 2024.

Los viajes rápidos vuelven a estar de moda.

Los viajeros optan cada vez más por estancias de menos de siete noches, mientras que las estancias de larga duración de entre 15 y 21 días muestran una caída de 5% en el interés interanual. Además 17% de los encuestados a nivel mundial afirmó que el tiempo libre remunerado limitado ahora está obstaculizando sus planes de viaje, lo que lo convierte en la segunda barrera más citada para los viajes de larga distancia después del costo. En otras palabras, a medida que los horarios de trabajo flexibles dan paso a políticas de regreso a la oficina más estrictas, los viajes más largos que se volvieron abrumadoramente populares en los últimos años ahora están en declive.