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La automatización de las actividades afectará entre 400 y 800 millones de personas en 2030. cerca de 14% de la fuerza laboral no tendría trabajo
“La máquina no debe, no puede hacernos desgraciados”, se alcanza a escuchar entre las frases de ‘Yo, robot’, la película que protagoniza Will Smith en la que se ejemplifica un futuro en el que la inteligencia artificial (IA) se apodera, literalmente, de todo.
Esta herramienta ha tomado fuerza en los últimos años, se ve en más sectores y se cuela poco a poco en la cotidianidad de las personas y si bien aún no se termina de desarrollar, tanto usuarios como creadores coinciden en algo: puede llegar a ser peligrosa sin un buen manejo.
Hace poco se habló de una carta, en la que participaron más de 1.300 firmantes, entre esos Elon Musk, y tras advertir sobre la IA y los riesgos que podría tener, pedían que se detuviera.
Uno de sus efectos negativos podría verse en la mano de obra humana paulatinamente reemplazada. Al respecto, la empresa que introdujo el famoso ChatGPT, OpenAI, publicó un documento en el que señala que profesiones como la contabilidad, las matemáticas, el derecho, entre otras, podrían verse afectadas por la IA.
“Los resultados indican que aproximadamente 80% de la mano de obra estadounidense podría ver afectada, al menos, 10% de sus tareas laborales por la introducción de las GPT”.
Según el documento, cerca de 19% de los trabajadores podría ver afectado al menos 50% de sus tareas. Es decir, habrá una presencia significativa de esta herramienta en los trabajos, lo que se verá reflejado en los salarios de los empleados.
“Con los empleos de mayores ingresos potencialmente más expuestos”, añade OpenAI, es decir, que quienes ganen más dinero podrían correr más riesgos de ver reducido su remuneración económica.
Según la herramienta, los diez trabajos más expuestos son: matemáticos, gestores contables y auditores, periodistas, analistas financieros, secretarios jurídicos, asistentes administrativos, diseñadores, relacionistas públicos, traductores, analistas demoscópicos, ingenieros de blockchain. Y no se quedan fuera de la lista los programadores, diseñadores gráficos, fotógrafos, biólogos, correctores, ingenieros o arquitectos. Aseguran que aquellos empleos que implican un pensamiento crítico son los que no notarán tanto la introducción de estas herramientas, como los de carácter científico.
En contraste, los trabajos con labores manuales serán los que tengan menos riesgo de desaparecer tras la extensión de la inteligencia artificial por todos los sectores de las actividades económicas. Estos son: operadores de maquinaria agrícola, atletas y competidores deportivos, cocineros, instaladores de líneas eléctricas, fabricantes de moldes, albañiles, mecánicos y especialistas en motores diesel y canteros.
“Nuestro análisis sugiere que las personas con licenciaturas, másteres y títulos profesionales están más expuestas a las GPT y al software basado en GPT que quienes carecen de estudios formales. Los empleos en los que no se requiere formación en el puesto de trabajo o en los que sólo se requieren prácticas/residencia parecen ofrecer ingresos más elevados, pero están más expuestos a la GPT”.
