Inteligencia artificial, ¿innovación o riesgo?

Mucho se habla hoy en día de las maravillas de la inteligencia artificial con el lanzamiento generalizado de la IA generativa, su capacidad de generar todo tipo de textos, imágenes, vídeos o sonidos usando patrones de entrada y modelos de aprendizaje. Existen bots conversacionales como ChatGPT y otros modelos capaces de crear piezas u obras de arte tal como lo haría un ser humano, lo que no es extraño, ya que, la inteligencia artificial surgió con el propósito de simular los procesos del pensamiento humano. Hoy en día la IA generativa tiene aplicación en una amplia gama de industrias y sectores, sirviendo como herramienta de colaboración y apoyo. Pero ¿puede representar un riesgo empresarial?, ¿deberían las empresas preocuparse y regular su uso?, ¿a qué desafíos se enfrentarán las compañías en 2024 en cuanto a la IA generativa?

Recientemente, Control Risks publicó su pronóstico anual de riesgos empresariales para 2024. En éste se identifica que las empresas de todo el mundo se enfrentarán a un cambio de paradigma en la integridad y resistencia de los datos, sistemas y tecnologías de los que dependen sus negocios. Siendo el déficit de confianza y la falta de integridad digital uno de los riesgos principales. La inteligencia artificial Generativa está facilitando nuevas formas de ciberataques, de igual manera representa nuevos retos regulatorios en cuanto a privacidad e integridad de la información. Si se implementa sin los controles de seguridad adecuados, la IA generativa puede introducir nuevos riesgos y vulnerabilidades a ataques. Los ciberdelincuentes ya han empezado a usar la IA para aumentar la capacidad, el ritmo y la escala de sus ataques. La IA generativa también ha posibilitado el crecimiento de campañas de desinformación mediante contenido falsificado de audio y video, lo que se conoce como “Deepfake”. Entre 2022 y 2023 se ha detectado un aumento al triple, de contenido de video “Deepfake” en línea y ocho veces más para archivos de audio falsificado.

Para 2024 la inteligencia artificial se convertirá en un elemento estratégico para las empresas, esto a medida que el ecosistema tecnológico crece y la dependencia de cadenas de suministro digitales aumenta. Empresas y gobiernos de todo el mundo empezaron a ver la IA como un factor clave y han comenzado a regularla, dichas regulaciones pondrán a prueba la capacidad de respuesta a incidentes cibernéticos. Ya que son muchas las áreas grises que rodean la IA, tal como la incertidumbre, falta de conocimiento, de propiedad y responsabilidad sobre la tecnología.

América Latina es una región emergente y en desarrollo, la Inteligencia Artificial representa un aspecto clave en cuanto a su desarrollo económico. Sin embargo, la implementación de nuevas tecnologías de automatización apenas comienza. Muchas empresas ven con miedo estas tecnologías, este miedo causa que incluso legislaciones gubernamentales impidan su completo desarrollo. Existe una incertidumbre generalizada, específicamente en países como Colombia, al tener en cuenta las tasas de empleabilidad y alfabetización digital. Si bien, la IA puede representar un riesgo organizacional, esta puede ser aprovechada como herramienta estratégica para el desarrollo económico.

El avance de la inteligencia artificial en países como Colombia promete generar notables mejoras en la productividad, impulsar el crecimiento económico y provocar un cambio en la demanda laboral, hacia profesionales calificados.