Google, Tesla, Kudan y Geraldine Fernández

¿En qué se parecen Google, Tesla, Rie Kudan y Geraldine Fernández? En principio en muy poco, pero los unen acciones encaminadas en mostrar hechos fuera de la realidad, que han confundido a muchos y que conducen a la sociedad hacia la necesidad de fortalecer el pensamiento crítico y la ética.

Las redes sociales han llevado a Geraldine Fernández a ser viral y tendencia en pocas horas, una colombiana que recientemente admitió en un comunicado que “nunca existió participación en la ilustración y diseño de la película el niño y la garza” luego de haberlo afirmado reiteradamente en círculos cerrados, conferencias y entrevistas a medios de comunicación masivos, ilusionando a un país con contar con un nuevo talento de talla mundial, generando discusiones sobre el papel de los periodistas en la importancia de la verificación de fuentes y la veracidad de la información que publican y divulgan.

Rie Kudan recientemente ganó el Premio Akutagawa, el más importante de la literatura japonesa, con el mérito de haber escrito un libro casi tan perfecto que fue difícil encontrarle errores, de acuerdo con el jurado. Sin embargo, en la premiación ella afirmó que el 5 % de su obra la escribió utilizando ChatGPT, modelo que le ayudó a ser creativa, lo que ha generado múltiples reacciones, pidiendo incluso que el premio sea devuelto.

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Días atrás, Tesla publicó un video de su último robot, Optimus Gen 2, el cual doblaba camisetas, rompía huevos y realizaba una serie de labores similares a las de Robotina de los Supersónicos, dejando a más de una familia con el sueño de delegarle las tareas del hogar, mientras que Elon Musk, luego de las críticas en las redes sociales, tuvo que aclarar la veracidad del video y publicar en su cuenta de X (antes Twitter) que “Optimus no puede hacer esto aún de forma autónoma…”.

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Y hace tan solo unas semanas, Google publicó su famoso video de Gemini, el cual presenta como su modelo de Inteligencia Artificial, puesto a prueba por su interlocutor, respondiendo de manera ágil a sus peticiones, demostrando razonamiento visual y diálogo multimodal, habilidades que pusieron a temblar a muchos espectadores ante el posible fin de su utilidad en laborar.

Estos cuatro casos de la vida real deben aprovecharse al máximo en los hogares y en las instituciones educativas, al contar con un alto valor para discutir sobre posturas éticas claras y las múltiples tonalidades que se abordan al creer que el fin justifica los medios. Luego la ética es una brújula que falla constantemente, y nos preguntamos: ¿qué debemos hacer para que funcione? ¿Cómo debemos repararla?

Es un desafío diario en el que cada circunstancia es una oportunidad valiosa para reflexionar y cuestionarnos si lo que vamos a hacer nos hace realmente felices, tal como lo planteaba Aristóteles. ¿Y esa felicidad perjudica a mi entorno o en cambio le aporta significativamente al bien común? Luego la ética se fortalece como resultado de hábitos y de prácticas virtuosas que permiten formar el carácter y potenciar el criterio para tener la libertad de decidir y tomar la mejor opción, incluso en las peores circunstancias.

Nos encontramos en un momento clave para que los fundamentos morales se afiancen y se fortalezca el pensamiento crítico, no mirando la teoría sino desde la práctica, invitando no sólo a corroborar, investigar y contrastar la información que ronda en las redes y a lo que incluso la Inteligencia Artificial puede distorsionar, sino además y, sobre todo, a reafianzar que el faltar a la verdad tiene varios caminos y ninguno de ellos es positivo para el crecimiento personal ni de la sociedad.