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Actualmente, el Instituto Nacional de Vías (Invías) y el contratista Unión Temporal Segundo Centenario están estudiando la posibilidad de utilizar el dinero de la concesión Bogotá-Girardot para reanudar las obras del Túnel.
El punto medio en la discusión se dio después de que la Procuraduría General de la Nación intermediara entre las partes. Con su acompañamiento, se plantearon distintas posibilidades para salvar el proceso como la participación de un tercero que sería la compañía Valorcon, pero la firma relacionada con Julio Gerlein, (hermano del senador conservador Roberto Gerlein), se rehusó a participar.
Los contratistas también han pedido que se revise dentro de la Unión Temporal encargada de las obras, quién es la empresa que tendrá que asumir la responsabilidad en caso de que se interponga una sanción.
La excavación del túnel debería estar el próximo 30 de noviembre, sin embargo tanto el Gobierno como los constructores coincidieron en que no estará listo para esa fecha por los sobrecostos y atrasos que se han acumulado en los últimos meses.
La construcción del Túnel de La Línea se ha calificado como una de las obras más complicadas de realizar, por los problemas en la infraestructura colombiana. Las obras se iniciaron desde hace más de cinco años sin que el proyecto se haya entregado construido. Es por ello que hace cerca de dos meses el Invías decidió iniciar el proceso de caducidad.
