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“Acá se ve la licencia como un derecho y no lo es”: Ricardo Galindo

viernes, 20 de enero de 2017
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David "Chato" Romero

Galindo viene de ser cónsul de Colombia en China por más de cinco años. Un país con un parque automotor más grande pero, según cuenta, sin los trancones que padecen los conductores en las principales ciudades colombianas. “Nunca en mis cinco años me tocó esperar una o dos horas para llegar a mi destino”, cuenta. 

Desde noviembre de 2016 ha buscado tener la casa en orden. Aún se conserva en la sede de la Ansv el olor a nuevo. Los espacios están desocupados y a la espera de completar la meta de 114 funcionarios de planta que tiene previsto el Gobierno para echar a andar este nuevo modelo de gestión pública. Y con ello, el revolcón que busca a mediano plazo que el país tenga un sistema de conducción como el que ven muchos funcionarios en los Estados Unidos, Europa y, en el caso de Galindo, en Asia. 

En diálogo con LR, el director de la entidad explica los planes con los pases, la velocidad en carreteras y la ejecución de sus $99.000 millones de presupuesto. 

¿Cómo cerró el 2016 en materia de seguridad vial el país?

No fue un año positivo en cifras de accidentes de tránsito. En Colombia han venido subiendo año tras año las estadísticas que recogen los heridos, muertos en accidentes de tránsito. Mientras en 2015 cerramos con 6.831 víctimas fatales, con 200.000 incidentes viales, en el 2016, con cifras preeliminares, estaremos cerrando en 7.000 víctimas y ese es uno de los objetivos que tenemos y es quebrar esa tendencia y empezar a salvar vidas. Porque ni siquiera el conflicto armado, en sus años más duros, puso tantos muertos por año. 

Pero arrancando año el Gobierno hablaba de haber reducido la accidentalidad...

Ese es uno de nuestros primeros resultados en diciembre y enero de este año. Las cifras entre el primero de diciembre hasta el nueve de enero mostraron, por primera vez, una tendencia de disminución de accidentes. Un 30% menos de accidentes de tránsito, también 30% en mortalidad y 24% en número de lesionados. Eso es un buen inicio porque para poder estabilizar las estadísticas se requieren hasta cuatro años pero el trabajo de coordinación de las entidades fue importante para lograr estas reducciones. Y eso no significa que bajemos la guardia.

¿Qué es lo que genera tantos accidentes y muertos en el país en las vías?

Principalmente el comportamiento humano. 80% de los incidentes viales, mal llamados accidentes, son aducibles a este ítem. En la medida que se tenga una actitud prevenida, de una planeación de viaje, obedeciendo las normas de tránsito, tiene más probabilidades de no sufrir un accidente.

¿Cuánto le cuesta al país tener estas cifras de accidentalidad?

Se calcula que los accidentes de tránsito en Colombia le pueden y haber costado entre uno y dos puntos del PIB porque la mayoría de gente que muere se encuentra en edad productiva. Casi 40% de los muertos está entre los 20 y 45 años. Y lo que cuesta al sistema de salud atender a los lesionados. Por eso queremos trabajar en las primeras atenciones a víctimas de accidentes.

Con qué presupuesto inician en 2017...

Tenemos un presupuesto de inversión para este año de $99.000 millones con recursos propios que recogemos del 3% del Seguro Obligatorio para Accidentes de Tránsito. Y a eso sume los recursos del anterior Fondo de Prevención Vial que fueron constituidos en el patrimonio autónomo.

¿Y en qué va a destinar esos $99.000 millones?

Este año seguiremos completando la planta de funcionario en el que aspiramos tener 114 funcionarios. En lo que tiene que ver con inversión, hay seis proyectos estratégicos para 2017. Uno sobre capacitación con entes territoriales que se vienen trabajando a través de convenios. Buscamos trabajar en la señalización, semaforización, con los municipios. También hay un convenio con la Dirección de Tránsito de la Policía y con las fuerzas armadas. Usted sabe que el Ejército tiene 16.000 motos oficiales y más de 80.000 motos privadas y por eso queremos trabajar en un plan de seguridad vial que sirva de ejemplo para replicar en otras fuerzas.

Pese a tener tres años, aún no se conoce mucho la entidad...

La Agencia fue creada por la ley en 2013 pero su forma operativa inicia a finales de 2015 con algunos convenios con entidades territoriales para asignar recursos en planes locales de seguridad vial y disminución de accidentalidad. Ya en 2016 empezamos a operar completamente en el que se logra consolidar el patrimonio autónomo, a través de una fiducia, luego con la necesidad de tener oficinas, personal, todo lo que se requiere para tener una nueva entidad.

Pero ustedes heredan el anterior Fondo de Prevención en este nuevo modelo de gestión pública. ¿En qué se va a diferenciar?

Acá la apuesta es en la generación de política pública. Nosotros debemos trabajar mucho más con los entes territoriales. Las campañas son un gran componente porque es la mejora del comportamiento humano y eso lo cambia con un mensaje permanente y persuasivo. Nosotros hemos identificado 21 circuitos en el que nos concentramos en las ciudades capitales y sus áreas metropolitanas o municipios aledaños y en el que vamos a trabajar muy duro con las licencias de conducción, en el que considero, se puede solucionar gran parte del problema de seguridad vial.

¿Qué tienen pensado hacer con las licencias?

Nosotros debemos ver los carros como armas. Una persona que no esté capacitada y que no tenga la pericia de conducir es alguien que puede matar. Por eso, debemos endurecer los requisitos para la gente que tiene la licencia de conducción. Eso usted lo ve en las motos. Pasamos de un parque automotor de 2 millones de motos a cerca de 8 millones de motos. Y ahí no hay infraestructura que aguante y eso genera malos comportamientos de los conductores. A eso agregue que la licencia hoy es consecuencia de haber adquirido la moto y eso debe ser al contrario. Usted compra una moto o un carro después de demostrar que tiene la capacidad de manejar. Acá se ve la licencia de conducción como un derecho y no lo es. Es un privilegio que se debe ganar y mantener.

Y cómo lo piensa ejecutar...

Alguien que vaya a tramitar su licencia de conducción se debe encontrar con exámenes más rigurosos. Mi aspiración es incluir en esto un examen práctico, en una pista, en el que tienen que demostrar su pericia. Las pruebas físicas también deben buscar a ser endurecidas. Y eso nos debe llevar en el mediano plazo a la licencia de conducción por puntos. Estamos hablando con el Ministerio de Transporte para avanzar en ese frente tal y como lo han hecho otros países.

¿Cómo se implementaría ese pase por puntos?

El modelo se está definiendo pero se busca que haya unos pasos específicos para la adquisición de la licencia de conducir. Y la persona que tenga ese privilegio de tener el pase, el siguiente reto es mantenerla. En la medida que se cometan infracciones usted va perdiendo unos puntos. Algunos tendrán un mayor castigo que otras. Y si la persona pierde todos los puntos en el año, inicialmente se le suspendería por dos años. Y si es reincidente, se quedaría sin licencia.

¿En cuánto tiempo acabaría usted con la frase “se encontró el pase en un tamal”?

No me comprometo con una fecha exacta porque se requiere de una legislación para poder implementar todo este plan de acción que debe ser sustentado muy bien y técnicamente.

Y qué se requiere entonces, un proyecto de ley, un decreto...

No lo tengo muy claro porque lo estamos trabajando con el Ministerio si se requiere de una ley. Lo que estamos haciendo es instalar la mesa técnica y los estudios sobre ese tema. En lo que hay que trabajar es que sean entes separados los que se encarguen de cada paso para expedir la licencia de conducción para evitar que haya un juez y parte. 

¿Cómo ve el límite de velocidad en las vías del país, algunos consideran que se queda corto por la infraestructura nueva?

 Se debe revisar aunque teniendo la claridad que 40% de los accidentes ocurren por exceso de velocidad. La gente piensa que la mayoría de accidentes pasa porque el conductor está borracho pero eso solamente corresponde al 10%. Por eso se debe tener control sobre los límites. Con los avances en infraestructura, la gente busca ir más rápido y se motivan a hacerlo. Pero nosotros no solamente estamos para que hagan un recorrido más rápido sino para que lleguen bien a su destino. En lo que hay que trabajar, como lo han hecho en otros países, es en el diferencial de velocidad que permita realizar sobre pasos sin violar la ley. No es lógico que en una carretera todos los automotores deban ir a una velocidad máxima de 80 kilómetros. 

A Perú no le fue bien con el sistema de puntos

Mientras en países como España, la implementación del sistema de pase por puntos funcionó, en Perú la experiencia terminó siendo negativa. Según Stalin Rojas, director del Observatorio de Movilidad de la Universidad Nacional, “la experiencia peruana se llevó a cabo sin los controles necesarios para expedir la licencia. Por eso, al cabo de dos años, un gran porcentaje de conductores, según el sistema, no podía seguir manejando”. La razón es que sin la cultura necesaria, los topes de puntos se volaban. 

Las opiniones 

Stalin rojas

Dir. Observatorio Movilidad Universidad Nacional

“El pase por puntos es un buen instrumento,  pero se debe tener más controles en la expedición del documento. Así se inicia una fuerte reducción de accidentes de tránsito”.

Julián Cardona

Consultor y expresidente de Aciem

“Se deben analizar las condiciones de las vías para pensar en una velocidad diferencial o en aumentar el límite máximo. Porque no todas las carreteras están en condiciones”.

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