Venezuela devaluó su moneda en un 31,7%, al fijar el tipo de cambio controlado en 6,3 bolívares por dólar, desde los 4,3 bolívares que rigieron en los últimos dos años, en una medida que aliviaría las finanzas del Gobierno.
La medida anunciada por las autoridades financieras del país sudamericano favorecerá las finanzas de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), pero presionaría la inflación que en el 2012 estuvo entre las mayores del continente al llegar al 20,1%.
Esta cotización pasará a ser la única, ya que las autoridades financieras anunciaron además la eliminación del tipo de cambio secundario del SITME de 5,3 bolívares por dólar que era manejado por el Banco Central.
Las autoridades dijeron que la decisión fue autorizada por el presidente Hugo Chávez desde Cuba, donde convalece desde principios de diciembre cuando fue sometido a su cuarta cirugía por un cáncer pélvico diagnosticado en 2011.
En Venezuela rige un control de cambio desde 2003, creado para detener una elevada fuga de capitales, precipitada por una crisis económica tras una huelga petrolera que intentaba sacar a Chávez del poder.
La medida favorecerá las finanzas de PDVSA, principal fuente de divisas del país sudamericano, al multiplicar la cantidad de bolívares que recibe por cada dólar que debe vender al Banco Central de Venezuela.
Por ende la devaluación dará aire a las finanzas públicas luego de un año electoral en el que abundaron los planes gubernamentales de construcción de viviendas, además de venta subsidiada de alimentos y asistencia económica para grupos vulnerables.
El ajuste también podría mejorar el flujo de las divisas para importaciones, que venían cayendo desde finales de 2012, produciendo brotes de desabastecimiento en algunos alimentos de alto consumo y bienes.
No obstante, pondrá presión sobre la inflación pues encarece las importaciones en una economía donde la mayoría de insumos y bienes se compran al exterior.