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A tan solo unas horas de tomarse la decisión acerca de la independencia de Escocia, inversionistas reducen su exposición a firmas cotizadas por una posible sanción bursátil, si este país opta por la escisión . Lo anterior significa que, bajo la recomendación de analistas, vendan sus acciones de 20 empresas bastante posicionadas del archipiélago, mientras que la Société Genérale aconsejó a sus clientes que se mantengan alejados de las mismas.
Dentro de este grupo, que recopila compañías de todos los sectores, se encuentran, entre otros, bancos como Lloyds y RBS; la aseguradora escocesa Standard Life; las empresas británicas BAE Systems, Diageo, Sainsbury, Tesco, Morrison, BSkyB, BG Group, Hammerson, Marks & Spencer, Next, Sage, BT, Centrica, y Pernod Ricard y Technip. Aunque las acciones de estas empresas se mantienen a la alta, muestran un comportamiento inestable desde que se conoció el referendo.
Como explicó explicó el analista de banca Daniel Castellanos, “toda la situación de crear un nuevo Estado, crear nuevas instituciones y políticas fiscales y monetarias y una estructura para el gasto público genera una gran incertidumbre en el funcionamiento económico”.
Las empresas, junto con el valor de sus acciones, entran en un escenario de inseguridad sobre su moneda. Según Credit Suisse, la independencia podría exigir la creación de una nueva moneda en Escocia, cuyo valor sería de un 30% menos que la libra esterlina. “Y esto puede pasar o no, entonces no se sabe cuál va a ser la suerte escocesa”, agregó Castellanos.
Diego Cediel, analista internacional, comentó que también se vendría restricciones de tipo político “con el fin de dificultar la transnacionalización de la riqueza escocesa”.
Lo anterior significa que las empresas tendrían impedimentos para adecuarse al nuevo sistema económico y político del posible naciente país, lo que, sin la asistencia inglesa, generaría miedo a los inversionistas. “Seguramente el Reino Unido presionaría en los escenarios económicos y bursátiles de las compañías”.
Según la encuesta de Panelbase, el 52% de los escoceses votarán hoy por el ‘no’, mientras que el 48% dirá que sí. Cediel explicó que, aunque lo más seguro es que no haya independencia, será un mensaje de alerta para un próximo referendo.
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