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Según un reporte elaborado por Tax Foundation, de las 10 naciones que ajustaron sus tributos, solo Micronesia incrementó la tasa
La tasa del impuesto corporativo es un tema que de vez en cuando vuelve al debate, en especial en períodos de crisis económica como la que afectó -y sigue afectando- al mundo debido a la pandemia.
Según un estudio elaborado por Tax Foundation, 10 países modificaron dicho impuesto, de los cuales solo uno (Micronesia) aumentó el tributo, pasando de una tasa fija de 21% a una progresiva con un techo de 30%.
Por el lado contrario, Armenia (20% a 18%), Bélgica (29,6% a 25%), Colombia (33% a 32%), Francia (34,4% a 32%), Polinesia Francesa (26% a 25%), Groenlandia (31,8% a 26,5%), Mónaco (31% a 28%), Togo (28% a 27%) y Zimbabue (25,6% a 24,7%) las redujeron el año pasado.
El ranking da cuenta también de que Comoras (50%), Puerto Rico (37,5%) y Surinam (36%) son las naciones con las tasas más altas de tributación de las empresas, mientras que en el otro extremo se ubican Barbados (5,5%), Uzbekistán (7,5%) y Turkmenistán (8%).
Las 177 jurisdicciones analizadas por Tax Foundation arrojan una tasa promedio para gravar las ganancias empresariales de 23,9%, la que corregida por el producto interno bruto (PIB) asciende a 25,9%. Para hacerse una idea, en 1980 la media era de 40,1% y de 46,5% ponderada por el tamaño de la economía.
“La pandemia destruyó el ahorro de los estados, lo que hace inviable sostener los estímulos a las empresas. Sin esos recursos no se puede atender a las personas más vulnerables”.
Por zona geográfica, Europa tiene la tasa promedio más baja con un 20% (24,6% corregida por producto interno bruto), mientras que, del otro lado, África cuenta con una tasa promedio de 28,5% (28,2% ponderada por tamaño de la economía).
En términos de bloques, la Unión Europea tiene una tasa de tributación corporativa promedio de 21,5%; los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), un 23,5%; mientras que el G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) promedian un 27,3%.
El análisis también recoge algunos de los cambios que realizarán los países de la Ocde a sus tributos empresariales en los próximos años, como por ejemplo Francia, que aplicará una reducción adicional a 25,8% hacia 2022; Países Bajos, que la rebajará desde 25% a 21,7% este año, y Suecia, que aplicará un ajuste desde 21,4% a 20,6% también este año.
¿Y América Latina? La tasa media de tributación ponderada por PIB es la más alta entre las zonas geográficas, con 31,8%.
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