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Adicionalmente, la asociación asegura que son 330 millones las personas que involucra este tipo de turismo cada año, y que cerca de 9% de ese flujo de viajeros va a Europa (30 millones de personas), donde los destinos favoritos son Roma, que recibe anualmente a ocho millones de feligreses; Lourdes, en Portugal, a donde llegan al año 6 millones de personas para adorar a la Virgen de Fátima, y Claromontana, en Polonia, que reúne a 5 millones de fieles anualmente.
A pesar de la importancia de estos lugares, entre los dos primeros de Europa apenas logran superar el número de visitantes que acumula La Meca, en Arabia Saudita, que recibe 13 millones de peregrinos al año, de acuerdo con información publicada por Terra México.
Aunque en el negocio del turismo religioso hay una gran cantidad de destinos y de culturas distintas, existe un perfil para esta clase de turista. De acuerdo con Procolombia, “a la hora de visitar santuarios, los turistas se mueven en grupo, buscan comodidad, bienestar y cada experiencia necesita tranquilidad, serenidad y confort sin pretender hospedarse en un hotel cinco estrellas”. Adicionalmente, buscan seguridad, debido a su “perfil conservador”.
Adicionalmente, el estudio de Procolombia sobre esta clase de turistas estableció que “los jóvenes quieren una experiencia más física por eso prefieren peregrinaciones como el camino de Santiago, mientras las personas con edad más avanzada buscan una experiencia más espiritual”.
En Colombia, la entidad destaca el potencial que tiene el sur occidente del país para atraer turistas religiosos, principalmente al santuario en honor a la Virgen de Nuestra Señora del Rosario de las Lajas (Nariño) y a Popayán, que se destaca por su celebración de Semana Santa, Patrimonio Inmaterial para la Unesco.
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