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Presidente de EE.UU. Donald Trump
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“Esto se suma a las muchas otras multas e impuestos que se han impuesto contra Google y otras empresas tecnológicas estadounidenses, en particular”, publicó Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con una investigación sobre la Unión Europea que podría dar lugar a nuevos aranceles, en respuesta a la multa del bloque a Google de Alphabet Inc. por los hallazgos de que la compañía explotó su ventaja sobre sus rivales.
Trump hizo su advertencia en una publicación en las redes sociales el viernes después de que la UE anunciara que multaría a Google con casi US$3.500 millones y ordenara al gigante de las búsquedas que dejara de favorecer sus propios servicios de tecnología publicitaria.
“Esto se suma a las muchas otras multas e impuestos que se han impuesto contra Google y otras empresas tecnológicas estadounidenses, en particular”, publicó Trump en Truth Social. “¡Es muy injusto, y el contribuyente estadounidense no lo tolerará! Como ya he dicho, mi administración NO permitirá que estas acciones discriminatorias se mantengan”.
Trump ha utilizado previamente las llamadas investigaciones 301 para atacar las importaciones de Brasil en relación con el procesamiento del expresidente Jair Bolsonaro. Ha criticado durante mucho tiempo a Europa por sus multas a empresas tecnológicas estadounidenses y, a principios de este mes, advirtió que impondría aranceles "sustanciales" a los países que impusieran impuestos, normas o regulaciones digitales que perjudicaran a las empresas estadounidenses.
El presidente de Estados Unidos dijo que el tema de los impuestos y multas digitales surgió en una cena el jueves por la noche en la Casa Blanca con importantes ejecutivos de tecnología, incluidos Sundar Pichai de Alphabet, Mark Zuckerberg de Meta Platforms Inc. y Tim Cook de Apple Inc.
"No se quejaban, en ese sentido, de China. No se quejaban de otros lugares. Es la Unión Europea", declaró Trump a la prensa el viernes. "No podemos permitir que eso suceda".
La Comisión Europea dijo el viernes que Google había abusado de su dominio al dar a sus propios intercambios de publicidad una ventaja competitiva y debe poner fin a esas prácticas.
«Cuando los mercados fallan, las instituciones públicas deben actuar para evitar que los actores dominantes abusen de su poder», declaró la comisaria antimonopolio de la UE, Teresa Ribera. «La verdadera libertad implica igualdad de condiciones, donde todos compiten en igualdad de condiciones y los ciudadanos tienen un auténtico derecho a elegir».
La compañía se comprometió de inmediato a apelar. Lee-Anne Mulholland, vicepresidenta de asuntos regulatorios de Google, afirmó que la medida «impone una multa injustificada y exige cambios que perjudicarán a miles de empresas europeas al dificultarles la rentabilidad».
La multa se encuentra entre las sanciones más severas de Bruselas y es la segunda más alta impuesta por la UE contra Google por presuntos abusos de posición dominante. Esta multa sigue a una sanción de 4.125 millones de euros /US$4,834 millones) impuesta a Android y a una multa de 2.420 millones de euros (US$2.836 millones),por aplastar a sus rivales en búsquedas de compras. El año pasado se anuló una tasa de 1.490 millones de euros (US$1.746 millones) impuesta a AdSense.
Las decisiones elevan las responsabilidades de Google en la UE a poco menos de 10.000 millones de euros (US$11.719 millones), una cifra mucho mayor que las multas contra Apple, Meta y Microsoft Corp.
La empresa, con sede en Mountain View, California, es la número uno en el mercado global de publicidad digital, valorado en US$757.500 millones, según estimaciones para 2025 de la firma de investigación EMarketer. En total, se espera que Google genere US$205.040 millones en ingresos por publicidad digital a nivel mundial en 2025. La mayor parte (US$171.720 millones) proviene del negocio global de publicidad en buscadores de Google. Los US$33.330 millones restantes provienen de la publicidad gráfica.
Google ejecuta un servicio de compra de publicidad para vendedores y otro de venta de publicidad para editores, así como una bolsa de intercambio donde ambas partes completan transacciones en subastas ultrarrápidas. El Consejo Europeo de Editores, que presentó la denuncia ante la Comisión Europea, dijo que “una multa no solucionará el dañado mercado de tecnología publicitaria de Europa”.
“Sin una aplicación firme y decisiva, Google simplemente lo considerará un coste para su negocio mientras consolida su dominio en la era de la IA”, declaró Angela Mills Wade, directora ejecutiva del consejo. “Europa corre el riesgo de socavar sus propias normas y debilitar a los medios de comunicación y al sector editorial”.
El Movimiento por una Web Abierta , un grupo de defensa que hace campaña contra el dominio de la web por parte de las plataformas tecnológicas, se unió a la queja de la UE.
Las operaciones de tecnología publicitaria de Google siguen amenazadas en EE.UU., según un documento presentado el viernes por la noche por la división antimonopolio del Departamento de Justicia, que presentó la versión final de las soluciones propuestas antes de una audiencia el 22 de septiembre. El gobierno afirmó que se debería ordenar a Google que venda inmediatamente su plataforma de intercambio de publicidad, AdX, y que permita que su tecnología interactúe con la competencia.
En la presentación, el Departamento de Justicia suavizó su postura sobre si Google debe vender otra parte de su negocio de tecnología publicitaria, el servicio que ayuda a los sitios web a vender publicidad gráfica, conocido como servidor de anuncios de editores.
La propuesta original era un proceso gradual que habría incluido la apertura de la tecnología, seguida de una desinversión total. Ahora, el Departamento de Justicia propone esperar entre dos y cuatro años para determinar si esto último es necesario.
Google ha rechazado la propuesta de separación, alegando que esta solución es demasiado drástica y no debería aplicarse en este caso. En su lugar, la compañía ha ofrecido que su plataforma de intercambio de publicidad funcione a la perfección con la tecnología de la competencia y ha acordado instalar un sistema de supervisión para garantizar el cumplimiento normativo durante los próximos tres años.
“Lo último que debería hacer un tribunal es intervenir para remodelar una industria que ya está siendo remodelada por las fuerzas del mercado”, afirmó la empresa.
El castigo de la UE llega en un momento tenso para las relaciones comerciales entre la UE y EE.UU., con Trump ridiculizando repetidamente los esfuerzos del bloque por controlar a los gigantes de Silicon Valley. Google obtuvo cierto alivio esta semana cuando un juez estadounidense dictaminó que no necesitaría vender su navegador Chrome para abordar los perjuicios alegados por el Departamento de Justicia.
Anteriormente, Ribera de la UE señaló la posibilidad de una decisión estadounidense que obligaría a Google a dividir su plataforma de tecnología publicitaria.
“En esta etapa, parece que la única manera de que Google ponga fin a su conflicto de intereses de manera efectiva es con una solución estructural, como vender parte de su negocio de tecnología publicitaria”, dijo en su declaración.
La UE advirtió a Google en 2023 de que había abusado de su dominio en tecnología publicitaria para perjudicar a los editores en línea. En aquel momento, la comisión con sede en Bruselas afirmó que Google había priorizado su propio programa de intercambio de anuncios frente a sus competidores y había reforzado su papel central en la cadena de suministro de tecnología publicitaria.
La predecesora de Ribera, Margrethe Vestager, afirmó entonces que solo una "desinversión obligatoria" de una parte de su negocio resolvería los problemas. La danesa había pasado una década en Bruselas, donde impuso a Google multas por más de 8.000 millones de euros (US$9.375 millones)en tres casos diferentes, aunque una sanción fue anulada y otra reducida por los jueces de la UE.
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