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En las famosas listas de ricos de la revista Forbes muchos de sus protagonistas preferirían no aparecer. De todos es conocida la buscada discrección de algunas grandes fortunas, véase, por ejemplo, Amancio Ortega. Sin embargo, hay quien no solo está orgulloso de ser uno de los hombres más ricos del planeta sino que además quiere que todo el mundo lo sepa, y con su cuantía exacta.
El príncipe saudí Alwaleed bin Talal ha presentado una demanda por libelo contra la revista estadounidense por situarle en el puesto 26 de la famosa lista, estimándole una fortuna de US$20.000 millones. El príncipe insiste en que le sumen US$9.600 millones para llegar así a un patrimonio de US$30.000 millones de dólares.
A través de una empresa de inversión, Kingdom Holding, el príncipe tiene participaciones en compañías como Apple, Twitter y News Corporation, además de contar con una gran cartera de propiedades, como el hotel Savoy de Londres y el Plaza de Nueva York. Según "The Guardian" que informaba esta mañana de la demanda, Alwaleed es conocido por su extravagante estilo de vida, pues tiene un trono de oro instalado en el centro de su avión privado Boeing 747, calificado como "palacio volador".
En respuesta a la medida legal, el periódico británico informa de que Forbes manifestó la sorpresa por la decisión del príncipe, especialmente que lo hiciera en el Reino Unido, "una jurisdicción que nada tiene que ver con nuestro reciente artículo".
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