Primeras asociaciones de mexicana Pemex con privados serán en tres campos en aguas someras

Las asociaciones, o "farm-outs", se harán en Bolontikú, Sinán y Ek, que en su conjunto tienen reservas 2P (probadas y probables) de 350 millones de barriles de petróleo crudo equivalente (mmbpce) y cubren un área de 119.4 kilómetros cuadrados, de acuerdo con datos de Pemex.

La idea, dijo Melgar, es que estas primeras asociaciones de Pemex coincidan con las actuales licitaciones de contratos de exploración y extracción de hidrocarburos en aguas someras del Golfo, que México tiene en marcha actualmente y en donde se ubican también los campos de Pemex.

"Hemos recibido las solicitudes de Pemex, estamos trabajando con Pemex y justamente la idea es poder empatarlos con el tipo de campos que se están licitando", dijo Melgar en conferencia de prensa.

Una de las licitaciones, lanzada en diciembre, es para 14 contratos de producción compartida de áreas de exploración y extracción. La segunda, que arrancó a finales de febrero, es para cinco contratos también de producción compartida que abarcan nueve campos en extracción también en aguas someras.

La tercera licitación de contratos fue lanzada el lunes para 26 áreas de extracción en campos terrestres. El contrato en esta ocasión será de licencia.

Las alianzas de Pemex con empresas privadas fueron avaladas en la profunda reforma energética que se puso en marcha el año pasado, que eliminó el monopolio de la petrolera estatal en la producción de hidrocarburos y abrió todo el sector energético al capital privado.

Melgar dijo que la primera migración de una vieja modalidad de contratos de Pemex con empresas privadas a contratos de producción compartida, aprobados en la reforma energética, se realizaría el próximo mes en el campo Misión, parte del activo de gas Burgos, en el norte de México.

De acuerdo con datos de Pemex, Misión cuenta con reservas 2P de 68 mmbpce y cubre un área de 1,972 kilómetros cuadrados.

Pemex, cuya venta de crudo es vital para las finanzas públicas y batalla para mantener su producción de petróleo estable, se ha visto golpeada por el desplome de los precios del crudo.

La petrolera sufrió este año un recorte a su gasto, que es aprobado por el Congreso, por $62,000 millones, lo que afectó proyectos de inversión y la llevó a reducir su expectativa de producción de petróleo a 2.288 millones de barriles por día (bpd), en vez de los 2.4 millones de bpd que tenía contemplados a inicios del año.