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Las condiciones comerciales en la economía no petrolera de Egipto continuaron deteriorándose en mayo debido a aumentos mundiales
Los nuevos pedidos disminuyeron al ritmo más rápido en casi dos años y la inflación de los costos de insumos se aceleró a un máximo de seis meses, según una encuesta de gerentes de compras realizada por S&P Global.
El requisito de cartas de crédito de Egipto para los bienes importados provocó demoras en la aduana, lo que provocó que los tiempos de espera para los insumos se prolongaran por séptimo mes, según la encuesta. Mientras tanto, una prohibición de algunos productos extranjeros en abril, debido a problemas de certificación, “dejó a varias empresas buscando alternativas y teniendo que reducir la actividad en el corto plazo”, dijo.
Si bien el índice de gerentes de compras de Egipto Global de S&P subió a 47 desde 46,9 en abril, se mantuvo por debajo de la marca de 50 que separa el crecimiento de la contracción por decimoctavo mes consecutivo.
El fortalecimiento del dólar frente a la libra egipcia también se sumó a "la carga de los precios de las materias primas increíblemente altos de la guerra en Ucrania y los efectos predominantes de la pandemia de covid-19", dijo David Owen, economista de S&P Global Market Intelligence.
El banco central de Egipto permitió a fines de marzo que la moneda, que se había mantenido estable durante casi dos años, se debilitara más del 15%. También elevó las tasas de interés por primera vez desde 2017 y luego promulgó un aumento adicional de 200 puntos básicos en mayo.
El último aumento “hará que las empresas tengan más probabilidades de controlar el gasto y la inversión hasta que la ola de inflación actual haya llegado a su punto máximo”, dijo Owen.
“Con el deterioro de las condiciones, la confianza empresarial volvió a caer al segundo nivel más bajo registrado en mayo, lo que indica solo un leve optimismo de un aumento en la actividad durante el próximo año”, dijo.
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