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Ocde revisó a la baja la proyección de crecimiento de Colombia para este año a 2,5%
Las perspectivas apuntan a una desaceleración del crecimiento mundial, que pasará de 3,3% en 2024 a 2,9% tanto en 2025 como en 2026
Las perspectivas económicas mundiales se están debilitando y se prevé que las importantes barreras al comercio, el endurecimiento de las condiciones financieras, la caída de la confianza y el aumento de la incertidumbre política tengan un efecto adverso en el crecimiento, según la última edición del informe Perspectivas Económicas de la Ocde.
“Los principales obstáculos del crecimiento son la caída en las exportaciones como consecuencia de las represalia de los socios comerciales”.
Las perspectivas apuntan a una desaceleración del crecimiento mundial, que pasará de 3,3% en 2024 a 2,9% tanto en 2025 como en 2026. Se espera que esta desaceleración se concentre sobre todo en Estados Unidos, Canadá, México y China, con ajustes a la baja menos pronunciados en otras economías.
Respecto a Colombia, la Ocde también ajustó la perspectiva de crecimiento económico, de 2,7% a 2,5% este año, y de 2,9% a 2,6 % en 2026. Según la Ocde, el consumo y las exportaciones se desacelerarán debido a los aranceles de Estados Unidos y a la desaceleración económica global. La caída de la inflación, interrumpida temporalmente a inicios de 2025, se reanudará, pero la inflación se mantendrá por encima del objetivo de 3% durante todo 2026.
La Ocde agregó que la política monetaria del país debería seguir una ruta de reducción de tasas gradual y basada en datos, con el objetivo de consolidar una desinflación sostenida que permita acercarse a la meta de 3%. Sin embargo, el frente fiscal presenta mayores desafíos: se prevé que el déficit permanezca elevado tanto en 2025 como en 2026, lo que obligaría al Gobierno a avanzar en una mayor consolidación fiscal para cumplir con la regla fiscal, estabilizar la deuda y reducir los altos costos de financiamiento generados por las primas de riesgo.
La organización agregó que, de cara al mediano plazo, el país necesitará desmontar rigideces en el gasto público y avanzar en una reforma tributaria estructural que le devuelva espacio de maniobra a las finanzas públicas. Además, reducir trabas administrativas y mejorar la infraestructura será clave para reactivar la productividad y el dinamismo de la inversión.
Las perspectivas apuntan a una desaceleración del crecimiento mundial, que pasará de 3,3% en 2024 a 2,9% tanto en 2025 como en 2026.
En Estados Unidos, se prevé un descenso en el crecimiento del PIB, pasando de 2,8% en 2024 a 1,6% en 2025 y a 1,5% en 2026. En la zona del euro, se espera un repunte moderado del crecimiento, que pasará de 0,8% en 2024 a 1% en 2025 y a 1,2% en 2026. El crecimiento de China previsiblemente se moderará, pasando de 5% en 2024 a 4,7% en 2025 y a 4,3% en 2026.
Las presiones inflacionistas han resurgido en algunas economías. Se espera que el repunte de los costos comerciales en los países que están subiendo los aranceles incremente aún más la inflación, aunque el impacto se vea parcialmente compensado por la debilidad de los precios de las materias primas. En las economías del G-20, se prevé una moderación colectiva de la inflación general anual, que pasará de 6,2% a 3,6% en 2025 y a 3,2% en 2026.
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