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El gravamen italiano se incluyó en un enorme paquete de medidas que abarcan desde las licencias de taxi hasta la inversión extranjera. Este busca quitar 40% de beneficios
Las acciones italianas cayeron después de que un nuevo impuesto sorpresa sobre los beneficios bancarios hizo caer a los prestamistas del país, borrando hasta 9.500 millones de euros (US$10.400 millones) de su capitalización de mercado combinada.
El Ftse MIB italiano cayó 2,2%, con UniCredit SpA desplomándose 6,7% e Intesa Sanpaolo SpA hundiéndose 8%. El índice Stoxx Europe 600 bajaba 0,4% a las 11.03 horas de Londres. Las acciones de Novo Nordisk se dispararon 10% hasta un máximo histórico tras informar de que Wegovy redujo el riesgo cardiaco en 20% en un ensayo selecto.
“El impuesto afecta el ingreso de los bancos, lo cual lleva a los inversionistas a vender acciones de estos para adelantarse precisamente a esa reducción”
El gravamen italiano se incluyó en un enorme paquete de medidas que abarcaban desde las licencias de taxi hasta la inversión extranjera. El impuesto podría aportar más de 2.000 millones de euros (US$2.200 millones) a las arcas del Estado, según Ansa newswire. Italia acordó una “quita de 40% de los multimillonarios beneficios extraordinarios de los bancos” para 2023, que se destinará a financiar recortes fiscales y ayudas a las hipotecas para primeros compradores.
“Vemos este impuesto como sustancialmente negativo para los bancos, dado tanto el impacto sobre el capital y los beneficios como para el coste de los fondos propios de las acciones bancarias”, escribieron en una nota los analistas de Citigroup dirigidos por Azzurra Guelfi.
Los analistas calculan que el impuesto equivale a alrededor de 19% de los ingresos netos de los bancos en 2023, aproximadamente 3% de su valor contable tangible en 2023 y alrededor de 0,5% sobre los activos ponderados por riesgo en 2023. Según los analistas de Bloomberg Intelligence, los ingresos netos de los prestamistas italianos en 2023 podrían reducirse en torno a un 10%.
“El sector financiero tiene un peso superior a 30% en el mercado bursátil italiano, lo que lo hace vulnerable a la nueva tasa aprobada”, afirmó Leonardo Pellandini, estratega de renta variable de Bank Julius Baer. “Dicho esto, los bancos han tenido un año fuerte hasta ahora, dado el impulso de los márgenes netos de interés por la subida de tipos, así que es hora de una consolidación saludable”.
El plan fiscal italiano es un nuevo viento en contra para las bolsas europeas, que la semana pasada sufrieron su primer episodio de volatilidad en bastante tiempo, en medio de especulaciones sobre nuevas subidas de los tipos de interés y su posible impacto en el crecimiento económico. Los débiles datos comerciales de China y una advertencia de Moody’s Investors Service sobre el estado de los bancos estadounidenses también pesaron sobre el ánimo el martes.
Para analistas económicos como Gregorio Gandini, el impuesto afecta el ingreso de los bancos, lo cual lleva a los inversionistas a vender acciones de estos para adelantarse precisamente a esa reducción. Además, dijo que desde el punto de vista fiscal el mayor recaudo favorece el Gobierno italiano.
Entre otros movimientos bursátiles, Glencore cayó después de que el gigante de la minería y el comercio de materias primas informara de una fuerte caída de sus beneficios. Abrdn Plc bajó después de que los resultados del primer semestre mostraran que los clientes retiraron más dinero de los fondos de la gestora de activos.
El ejecutivo de Meloni aseguró a última hora de la noche que el impacto será limitado para algunos bancos y que el gravamen no excederá 0,1% de los activos la entidad.
A través de un comunicado de urgencia emitido por el Ministerio de Finanzas, el ejecutivo puntualizó que los bancos que ya ofrecen remuneración por los depósitos a sus clientes "no tendrán un impacto significativo como consecuencia de la norma aprobada el lunes".
El Ministerio aclaró también que el impuesto de 40% se aplicará sobre la mayor de dos medidas: la diferencia entre los ingresos netos por intereses en 2022 y 2021 por encima de una ganancia de 5%, o la diferencia en los ingresos netos por intereses entre 2023 y 2021 superior a una ganancia de 10%, según el comunicado.
Las matizaciones del gobierno italiano llegaron tarde. Al menos para las cotizaciones de los bancos en Bolsa. El principal índice bursátil del país, el Ftse Mib, cerró con un retroceso del 2,12% y los descensos de la banca oscilaron entre el 10,94% de BPER Banca y el 2,48% de Mediobanca. Intesa Sanpaolo, la mayor entidad del país por valor en Bolsa, se dejó el 8,67%, lo que supuso una pérdida de 4.058 millones en el parqué.
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