"No quiero subir los impuestos": Rajoy

El presidente del Gobierno ha mostrado su satisfacción por las recomendaciones de Bruselas para España, ya que "coinciden" con las suyas y ha eludido referirse a una hipotética subida del IVA. "No quiero subir los impuestos", ha reiterado, aunque sí ha abierto la puerta a realizar "modificaciones".

 

"Podemos bajar unos y tocar otros", ha explicado. Por su parte, el presidente de la Comisión ha "trasladado" a Rajoy "el reconocimiento de la CE por los importantes pasos dados por el Gobierno y los esfuerzos realizados para llegar a la recuperación sostenible de su economía y la reducción de su inaceptable nivel de desempleo".

 

Barroso se ha referido a la lucha contra el paro, y en concreto el juvenil, como uno de los principales desafíos de Europa y de España. En este sentido, ha asegurado que los jóvenes europeos tendrán trabajo o formación en sólo cuatro meses una vez que acaben sus estudios o se apunten al paro. La Comisión es "plenamente consciente de las graves consecuencias" de la crisis para los españoles "y muy especialmente de la difícil situación de los jóvenes en busca de un empleo", ha subrayado. Rubalcaba Rajoy también se ha referido a la próxima reunión que mantendrá con el líder del PSOE, Alfredo Perez Rubalcaba, para hablar de la UE "y de lo que él quiera tratar".

 

Comitiva El jefe del Ejecutivo ha acudido al encuentro acompañado de los titulares de Hacienda, Cristóbal Montoro; Economía, Luis de Guindos; Empleo, Fátima Báñez; Industria, José Manuel Soria; Fomento, Ana Pastor; Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, y Agricultura, Miguel Arias Cañete. La delegación española ha contado también con la presencia del secretario de Estado de la UE, Íñigo Méndez de Vigo. La agenda del encuentro Barroso ha recibido poco después de las 11:20 al presidente del Gobierno, en el edificio Berlaymont, sede del Ejecutivo comunitario.

 

Tras un breve apretón de manos para los fotógrafos, Rajoy y Barroso han iniciado el programa del día con una reunión bilateral. La llegada del presidente del Gobierno ha coincidido con una protesta de los funcionarios de la Comisión por los recortes salariales. A mediodía ha tenido lugar un encuentro plenario de la Comisión con Rajoy y sus ministros, que posteriormente celebrarán un almuerzo de trabajo. Cada uno de los ministros participantes ha dispuesto de entre 3 y 4 minutos para explicar las reformas de su departamente tras escuchar la intervención del comisario europeo del área correspondiente. Al margen de Rajoy, ha sido el ministro de Economía, Luis de Guindos, quien ha hablado dos veces y el que ha gozado de más tiempo para hacer su exposición, hasta 12 minutos, según ha informado Europa Press.

 

La reunión se produce apenas una semana después de que Bruselas otorgara más tiempo a España para alcanzar sus objetivos de consolidación fiscal, a cambio -eso sí- de una amplia lista de deberes.... porque, tal como se apresuró a recalcar Alemania y han reiterado después los portavoces comunitarios, las recomendaciones de la Comisión Europea no son tales, sino obligaciones. Y entre esas exigencias se encuentran la reforma definitiva del sistema público de pensiones, que ya está en camino con la futura introducción del llamado factor de sostenibilidad, que implicará una revisión casi automática de la evolución de las pensiones de acuerdo con la evolución económica y demográfica.

 

Pero Bruselas pide también que se acelere el retraso de la edad de jubilación a los 67 años, 'sprint' que el Ejecutivo de Rajoy no parece dispuesto a hacer de momento. Poner coto de una vez por todas al déficit de tarifa eléctrico, que roza ya los 30.000 millones de euros, es otra de las reclamaciones de Bruselas, que también demanda al Ejecutivo español una amplia revisión del sistema tributario de aquí a marzo de 2014. Y es que los ingresos tributarios de España en relación al PIB se sitúan unos diez puntos por debajo de la media de la UE.

 

Aunque la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, anticipó recientemente que el Ejecutivo acometerá una reforma fiscal completa e integral para favorecer la equidad y la adecuada financiación de los servicios públicos, sugirió que dicha reforma no sería inmediata. Asimismo, el presidente Rajoy también se resiste a subir el IVA, tal como le pide la Comisión Europea.

 

Ayer mismo dijo que está dispuesto a explorar la solicitud de Bruselas, pero dejando claro que eso no significa que vaya a subir el impuesto. Sopesar más cambios en la reforma laboral (pese a la tibia tregua concedida por el paro en los últimos meses, España sigue siendo la mayor fábrica de desempleados de toda la UE), acelerar la implantación de la Ley de Unidad de Mercado como vía para acabar con la maraña burocrática tejida por CCAA y ayuntamientos que lastra la actividad empresarial, y acometer, de una vez por todas y con decisión, la tan pregonada reforma de las Administraciones públicas para adecuar su estructura a la nueva realidad de la economía española son otros de los asuntos que los Ejecutivos español y comunitario tendrán encima de la mesa. ... Y lo que España reclama a Europa Las demandas no serán unilaterales.

 

Rajoy y su equipo, que han insistido ante las autoridades comunitarias en que su Gobierno está cumpliendo con el programa de reformas acordado con Bruselas, acuden al encuentro con su propio portfolio de reivindicaciones. Entre ellas, y por enésima vez, que la UE cumpla los compromisos adoptados y avance en la puesta en marcha de la unión bancaria. La creación de un sistema financiero único no será la única propuesta de Ejecutivo español, que también defenderá ante Barroso y los comisarios la necesidad de acelerar la entrada en vigor del fondo europeo contra el paro juvenil, así como reforzar su potencia de fuego económica (inicialmente esta dotado con 6.000 millones para siete años); que dichas ayudas a los jóvenes no computen como déficit público, o adoptar medidas para que facilitar el crédito a las pequeñas y medianas empresas.

 

En este último caso, una de las propuestas de Rajoy es que el Banco Europeo de Inversiones triplique su financiación anual, de 10.000 a 30.000 millones de euros, al tiempo que pide también el desarrollo de un programa de impulso al comercio. Rajoy señaló la semana pasada que estaba "satisfecho" de la actuación de la Comisión Europea "en los últimos tiempos". La reunión de hoy debería servir para pulsar si ese sentimiento se mantiene y, lo que es más importante, si es recíproco.