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Trump dijo anteriormente que era posible un nuevo acuerdo con Canadá, pero enfatizó que los aranceles tenían que jugar un papel.
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El anuncio se produjo sólo unas horas después de que funcionarios canadienses dijeran que ambas partes tenían mucho trabajo
En una decisión sorpresiva, el primer ministro canadiense, Mark Carney, dijo el lunes que había acordado con el presidente estadounidense, Donald Trump, que sus dos naciones deberían tratar de concluir un nuevo acuerdo económico y de seguridad dentro de 30 días.
El anuncio se produjo sólo unas horas después de que funcionarios canadienses dijeran que ambas partes todavía tenían mucho trabajo por delante antes de poder sellar el acuerdo.
Los dos hombres se habían reunido previamente en el marco de una cumbre del G7 en Alberta, y Trump reiteró su apoyo a los aranceles.
"El primer ministro Carney y el presidente Trump... compartieron actualizaciones sobre temas clave planteados en las negociaciones sobre una nueva relación económica y de seguridad entre Canadá y Estados Unidos", dijo la oficina de Carney en un comunicado.
"Para tal fin, los líderes acordaron continuar las negociaciones para llegar a un acuerdo en los próximos 30 días". Un portavoz de Carney confirmó que la redacción de la declaración significaba que ambas partes querían un acuerdo en los próximos 30 días.
La oficina de Carney no respondió de inmediato cuando se le preguntó si la declaración significaba que Ottawa había aceptado la idea de que algunos aranceles estadounidenses se mantendrían.
Trump dijo anteriormente que era posible un nuevo acuerdo con Canadá, pero enfatizó que los aranceles tenían que jugar un papel, una posición a la que el gobierno canadiense se opone firmemente. "Tengo una idea sobre los aranceles. Mark tiene una idea diferente... vamos a ver si podemos llegar al fondo del asunto", dijo Trump. "Soy partidario de los aranceles".
Canadá, el principal proveedor de acero y aluminio de Estados Unidos, enfrenta aranceles impuestos por Trump tanto a los metales como a las exportaciones de automóviles.
Carney dijo la semana pasada que los países estaban en intensas negociaciones sobre los aranceles y que Canadá estaba preparando represalias si esas negociaciones no tenían éxito.
El optimismo de que se pudiera llegar a un acuerdo rápidamente se había desvanecido en los últimos 10 días, mientras los funcionarios canadienses decían en privado que Estados Unidos no parecía tener prisa.
"Estamos en medio de una discusión, no al final. Nuestra postura es que no deberíamos imponer aranceles a las exportaciones canadienses a Estados Unidos", declaró Kirsten Hillman, embajadora de Canadá en Washington.
"Seguiremos hablando hasta que encontremos un acuerdo que sea el mejor que podamos lograr para Canadá", dijo a los periodistas después de que Carney se reuniera con Trump.
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