.
GLOBOECONOMÍA

Maduro endurece sanciones contra la especulación y el acaparamiento, y sancionará con 10 años de cárcel

viernes, 24 de enero de 2014
La República Más
  • Agregue a sus temas de interés

Reuters

Venezuela endureció las sanciones contra la especulación y acaparamiento en el país estableciendo penas de hasta 10 años de cárcel en una nueva ley firmada el viernes por el presidente Nicolás Maduro, quien denunció la existencia de una “guerra económica” que busca socavar su mandato.

La Ley Orgánica de Precios Justos establece además penalidades como expropiaciones, decomisos y multas para quienes no cumplan con la amplia regulación sobre márgenes de ganancias y precios en una nación sumida desde hace varios años en un agudo desabastecimiento de productos básicos. “Quienes vendan o presten servicios a precios superiores a los fijados o determinados (...), serán sancionados por vía judicial con prisión de ocho a diez años”, se lee en la resolución publicada en Gaceta Oficial.

La norma establece igual pena para el delito de acaparamiento. Así mismo, determina prisión de hasta 12 años para quienes incurran en el “boicot” y de hasta 14 años para el “contrabando de extracción” de bienes, es decir, para quienes desvíen a través de las fronteras del país productos regulados para ser revendidos.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA

MÁS DE GLOBOECONOMÍA

Unión Europea 26/07/2024 Exbanquero central de Europa ve probable que el BCE recorte los tipos en septiembre

Stefan Gerlach, subgobernador del Banco Central de Irlanda entre 2011 y 2015, dijo que espera que las presiones inflacionistas de la zona euro disminuyan aún más

EE.UU. 24/07/2024 Director del FBI se enfrenta al escepticismo en investigación del tiroteo contra Trump

Director del FBI, Christopher Wray, responde preguntas acerca del tiroteo hacia Trump y aclara que la investigación sigue en curso

Reino Unido 23/07/2024 Shell desea vender sitios de energía eólica en Escocia en cambio de energía verde

Retirada de una de las mayores empresas de energía de Gran Bretaña subraya el desafío que enfrenta el gobierno del Reino Unido