Los ocho escándalos de corrupción que enfrentan los líderes de la región

Marcela Restrepo, directora del área de sector público de Transparencia por Colombia, dijo que “esta diferencia en las percepciones se debe a que algunos estados tienen una tendencia a valorar positivamente la corrupción (...) y la educación juega un papel importante en la conciencia que pueden tener los ciudadanos de los niveles de corrupción, ya que una población más educada tiende a exigir más sus derechos”.  

Julio César Botero, experto en asuntos internacionales y política exterior del Politécnico Grancolombiano, aseguró “que la percepción negativa afecta el desarrollo económico de los países, ya que son considerados por calificadoras de riesgo y empresarios a la hora de tomar decisiones de inversión”. 

Carlos Fernando Martínez, experto en asuntos internacionales y política exterior, explicó que “para algunos empresarios el tema de la corrupción es la oportunidad para sacar ventaja”. 

El informe también anuncia que el caso de corrupción latinoamericana se explica por la entrada en las dos últimas décadas de una gran cantidad de recursos minero-energéticos a las arcas de los gobiernos.  

Nicolás Maduro, presidente de Venezuela 
Actualmente, el gobierno del presidente Venezolano enfrenta múltiples escándalos. Sin embargo, la corrupción siempre ha estado presente. Incluso todavía se habla del caso que surgió por un contrato efectuado por él en 2005, cuando Maduro era presidente de la Asamblea Nacional, con la inmobiliaria Triani para arrendar un edificio ubicado en el centro de Caracas, sin justificación alguna.   

El contrato estuvo vigente desde el 20 de abril hasta el 31 de diciembre de 2005 y, aunque el edificio nunca se ocupó, el contrato fue pagado íntegramente. 

Dilma Rousseff, presidenta de Brasil    
Desde antes de ser reelegida, a la presidenta de Brasil Dilma Rousseff la ha perseguido el caso llamado “petrolão”, en el que un cartel de empresas constructoras sobornó a directivos de la petrolera estatal Petrobras para manipular las licitaciones de obras públicas y cobrar sobrecostos.  

Se teme que se hayan desviado hasta US$3.700 millones en sobornos y el 84% de los brasileños creen que Rousseff sí sabía de la red de corrupción.  
El Ministerio de Hacienda también ha reconocido que aceptaron y auspiciaron sobornos de grandes empresas.  

Enrique Peña Nieto, presidente de México
El primer caso surgió por la desaparición de 43 estudiantes de escasos recursos de una escuela rural a 100 kilómetros de la capital. Las investigaciones revelaron que los asesinos eran miembros de la Policía local, que actuaban bajo las órdenes del alcalde. El segundo caso alcanzó a la esposa del presidente Peña Nieto, quien según una investigación adelantada por el equipo de la periodista Carmen Aristegui, compró una mansión lujosa en uno de las barrios más exclusivos de la capital, a un precio muy por debajo del mercado, al igual que el secretario de Hacienda, Luis Videgaray. 

Cristina Fernández, presidenta de Argentina
En Argentina, se cree que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su esposo y predecesor, Néstor Kirchner, se enriquecieron a costa del erario público. Además del asesinato del fiscal Alberto Nisman, que estaba a punto de acusar a la presidenta de encubrir al gobierno de Irán, uno de los principales sospechosos de haber organizado la matanza en un centro comunitario judío.  

La investigación de su deceso ha estado plagada de irregularidades y de filtraciones, lo que ha dejado la sensación entre los habitantes que el crimen del investigador nunca se esclarecerá. 

Daniel Ortega, presidente de Nicaragua    
La trayectoria del presidente Ortega está marcada por el estigma de la acusación de violación de su hijastra Zoilamerica Narváez. También por la sospecha de la muerte de su “ex íntimo amigo y compañero” en el Frente Sandinista de Liberación Nacional (Fsln). Entre su historial, también aparece el asesinato del periodista Carlos José Guadamuz y las controvertidas reuniones de la esposa de Ortega, quien recibe a presidentes e invitados oficiales en lugar del canciller Samuel Santos, además de controlar los  Consejos del Poder Ciudadano, realizados en el país. 

Michelle Bachelet, presidenta de Chile
Bachelet negó estar al tanto de la reunión que tuvo su hijo, Sebastián Dávalos, con el vicepresidente de uno de los principales bancos de ese país y de la cual obtuvo un millonario crédito para que su esposa comprara algunos terrenos. 

El escándalo, que terminó con la renuncia de su hijo al cargo de director de organizaciones socioculturales de su gobierno, también ejerció presión para que en días pasados la presidenta firmara dos proyectos de ley sobre la probidad en la función pública y contra la corrupción, en trámite actual por el Congreso.

Ollanta Humala, presidente de Perú
Gana Perú, el partido de Ollanta Humala y Nadine Heredia, fue acusado de recibir para su campaña presidencial de 2011 la suma de US$49.200 de un gremio de mineros ilegales.  

Además, la esposa del mandatario está siendo acusada del delito de lavado de activos y pérdida de dominio. Según la parte acusatoria del caso, Heredia efectuó transferencias de dinero que llegarían a un monto cercano a los US$92.000 y habrían sido efectuadas en 2008, dos años después de la campaña y otro pago de US$50.000 por un supuesto estudio de mercado.

Horacio Cartes, presidente de Paraguay
Horacio Cartes fue investigado por la DEA, la agencia estadounidense antidrogas, como narcotraficante y dueño de un gran esquema de lavado de dinero internacional basado en la triple frontera: Brasil, Argentina y Paraguay.  

El documento de WikiLeaks cita una investigación sobre lavado de dinero en el Banco Amambay, propiedad de Cartes, y revela que uno de los principales traficantes de drogas capturado dijo a las autoridades que tenía planes de invertir en Paraguay en colaboración con un empresario paraguayo llamado Cartes, pero no da más información.

Las opiniones

Julio César Botero 
Experto en Asuntos Internacionales y Poítica Exterior 
“Los índices de percepción de corrupción afectan el desarrollo económico de los países, ya que son considerados por calificadoras de riesgo y empresarios para inversión”. 

Marcela Restrepo 
Dir. sector público transparencia por Colombia 
“Algunos países tienen una percepción más positiva frente a la corrupción, mientras que en otros, la sanción social y el respaldo institucional es más fuerte en contra de esos actos.”

José Manuel Restrepo 
Rector Universidad del Rosario 
“Los efectos negativos son el menor gasto e inversión pública en beneficio de la población, la contracción de la inversión extranjera y mayores costes de transacción”.