Lazos negros en la maratón de Londres en homenaje a Boston

Londres se prepara para celebrar el domingo un emotivo maratón que recordará en todo momento a las víctimas de Boston. Dos bombas colocadas el lunes pasado en la línea de meta del maratón más antiguo del mundo provocaron el trágico balance de tres personas muertas y decenas de heridos.

En su memoria, los 37.000 participantes previstos en la carrera londinense llevarán un lazo negro. La organización también ha pedido que se guarden treinta segundos de silencio antes de la salida.

El Gobierno británico ha anunciado medidas extra de seguridad, pero la realidad es que un maratón es la prueba deportiva más vulnerable de cuantas se organizan. Más de 40 kilómetros de recorrido por el centro de una ciudad y, en el caso de Londres, 700.000 espectadores jaleando a los corredores.

Luis Hita, responsable de Marathinez, una empresa que organiza viajes para participar en los grandes maratones del mundo, asegura que los corredores no están preocupados. "La gente saldrá a correr como siempre", asegura Hita, que vivió en primera persona el atentado de Boston, donde acompañó a una treintena de maratonianos españoles. "Ha sido duro, pero todos los corredores están bien y eso es lo importante", asegura recién aterrizado en la capital del Támesis.

El maratón de Londres se ha convertido es uno de los más populares para los aficionados españoles. Sólo Marathinez gestiona 118 dorsales. Luis Hita destaca de Londres su excelente organización, el recorrido, que es muy llano y cómodo, y el ambiente.

Contra la imagen que suele tenerse del carácter británico, distante y frío, el maratón convierte las calles de Londres en una fiesta. "Lo que más recuerdo de Londres es el ambiente y el apoyo que sientes al correr. Es increíble", destaca Gerardo Jimeno, maratoniano y director de la empresa de ingeniería KV Consultores, que participó en la prueba en 2011.

El maratón de Londres surgió después de que varios británicos corrieran el de Nueva York y soñaran con tener una prueba parecida en su país.

Uno de ellos, Chris Brasher, escribió un artículo en el periódico The Observer titulado La más humana de las carreras. Al final, el corredor se preguntaba: "¿Podría Londres acoger un festival así? Tenemos un magnífico recorrido, ¿pero tenemos el corazón y la hospitalidad para recibir al mundo?

Aquello fue dinamita. Y el proceso para crear el maratón de Londres se puso en marcha. La policía, el ayuntamiento, la oficina de turismo, la asociación de Atletismo, y todos los organismos aprobaron el plan. Sólo hubo una condición dada por el Ayuntamiento: "Nunca debéis pedir dinero a los contribuyentes para financiaros. Ni un penique de las arcas públicas", dijo el que entonces era presidente del Greater London Council.

En la primera edición de 1981 corrieron 7.700 personas y el patrocinador fue Gilette, que se comprometió por tres años aportando 75.000 libras (80.000 euros). Aquella cifra suena muy lejana comparada con los 17 millones de libras (20 millones de euros) que Virgin ha pagado por ser el patrocinador entre 2010 y 2014.

Según un estudio de la Universidad de Sheffield, la carrera de 2010 generó unos ingresos para Londres de 13 millones de libras en concepto de alojamiento en hoteles. Además, se calcula que cada corredor gastó un promedio de 452 libras en su preparación para la carrera, lo que suma unos 18 millones de libras adicionales. El efecto del maratón se nota también en el resto de Reino Unido, ya que se calcula que hay unas 500 carreras populares, que oscilan entre los 5 y los 100 kilómetros de extensión.

Muchos corredores españoles llegan a Londres a través de empresas de viajes, que ofrecen tres días en Londres con vuelo, avión y dorsal por unos 1.200 euros. Otros aficionados, sin embargo, eligen un camino más complejo: conseguir el dorsal a través de una ONG. Esta decisión asegura la participación, pero obliga a recaudar una gran suma de dinero para la organización elegida.

Humphrey White, director de Inversión de la consultora inmobiliaria Knight Frank en España, es uno de ellos. White correrá el maratón ayudando a Bowel Cancer UK, la Asociación de Cáncer de Colon de Reino Unido, para la que se ha comprometido a recaudar 3.000 euros entre amigos y conocidos. “Supone añadir más presión a la carrera, pero correr sabiendo que ayudas a una buena causa es una gran motivación”, asegura el directivo.

Gracias a corredores como White, el maratón de Londres logra cifras millonarias para proyectos benéficos. Entre 2010 y 2011 se recaudaron 102 millones de libras con este fin.