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Los negociadores lograron avances significativos durante la noche del miércoles al jueves, pero como algunos funcionarios se quedaron dormidos en sus escritorios
Los negociadores de la Unión Europea se reunieron nuevamente el viernes mientras intentan debatir la regulación más completa de la inteligencia artificial en el mundo occidental.
Después de celebrar una sesión maratónica que comenzó el miércoles y duró casi 24 horas, los equipos del Parlamento Europeo y de 27 países miembros se prepararon para otra larga noche. Han acordado reglas adicionales para modelos de IA de propósito general que tienen una amplia gama de usos posibles, como el que impulsa ChatGPT de OpenAI Inc. Pero siguen estancados en cuanto a hasta qué punto restringir el uso de la tecnología de escaneo facial en vivo por parte de los gobiernos de la UE.
La polémica reunión es posiblemente el ejemplo más poderoso hasta el momento del desafío que enfrentan los reguladores al equilibrar los beneficios potenciales de las tecnologías de inteligencia artificial con la necesidad de proteger a los ciudadanos de los riesgos. Es un dilema que ha dividido tanto a los líderes mundiales como a los ejecutivos de tecnología a medida que las herramientas generativas como ChatGPT y Bard de Google han ganado popularidad.
El debate sobre si los gobiernos pueden usar cámaras que escaneen los rostros de las personas en tiempo real y software que las clasifique ha sido durante mucho tiempo un tema delicado y divisivo. Si bien el parlamento votó a favor de una prohibición total de la tecnología de escaneo facial en vivo la primavera pasada, muchos países de la UE han luchado por utilizar la tecnología con fines policiales y de seguridad nacional.
Los negociadores lograron avances significativos durante la noche del miércoles al jueves, pero como algunos funcionarios se quedaron dormidos en sus escritorios, las partes acordaron hacer una pausa hasta el viernes. Las conversaciones se reanudaron a las 9 de la mañana, hora de Bruselas, cuando el parlamento presentó una lista de demandas sobre el escaneo facial al consejo, que luego hizo una contraoferta.
El debate se centra en las reglas, incluido cuándo las fuerzas del orden pueden escanear los rostros de una multitud, por ejemplo para detectar personas que han sido objeto de trata o prevenir ataques terroristas.
Brando Benifei, uno de los principales autores de la ley en el parlamento, intentó moderar las expectativas de un acuerdo el viernes.
"Queríamos una ley de IA que estuviera preparada para el futuro, que defendiera los derechos fundamentales, que fuera capaz de ofrecer un grado suficiente de protección a todos los grupos vulnerables", dijo Benifei en un evento del Grupo de Socialistas y Demócratas el jueves. “Este es nuestro esfuerzo y también en esta última milla espero que podamos sacar lo mejor de ella”.
El uso propuesto de datos biométricos ha generado duras críticas de grupos externos. Daniel Leufer, analista de políticas de Access Now, se opuso a permitirlo para la vigilancia policial predictiva y calificó la tecnología de “pseudocientífica” y “asquerosamente racista” en un panel el jueves. Si el parlamento acepta esto, “abandonará su compromiso de proteger a las personas de los usos más dañinos de la IA”, afirmó.
La UE, al igual que Estados Unidos y el Reino Unido, ha luchado por encontrar un equilibrio entre el deseo de promover sus propias empresas emergentes de IA, como el unicornio francés Mistral AI y la alemana Aleph Alpha, y protegerse contra posibles riesgos sociales.
Los responsables políticos de la UE acordaron exigir a los desarrolladores del tipo de modelos de IA que sustentan herramientas como ChatGPT que sigan requisitos básicos de transparencia. Las empresas con modelos que representen un riesgo sistémico deberán firmar un código de conducta voluntario para trabajar con la comisión para mitigar los riesgos. El plan es similar a las reglas de moderación de contenido de la UE en la Ley de Servicios Digitales.
Algunos críticos han argumentado que los códigos de conducta equivalen a una autorregulación que no es suficiente para garantizar que las empresas desarrollen esta tecnología de forma segura. Otros argumentan que las reglas pronto afectarán a muchos desarrolladores.
Las reglas “siguen siendo una carga para fomentar a los campeones de la UE en este campo”, dijo Hugo Weber, vicepresidente de asuntos corporativos de la empresa francesa de software de comercio electrónico Mirakl. Los proveedores no pertenecientes a la UE obtendrán "una ventaja competitiva sobre los europeos".
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