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La Asamblea Nacional escogerá hoy a los nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, en un intento de la oposición por aumentar la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro.
Luego del paro cívico de 24 horas que lideró ayer la oposición de Venezuela, la Asamblea Nacional nombrará hoy nuevos magistrados en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), en medio de la denominada Hora Cero, con la que buscan aumentar la presión sobre el presidente Nicolás Maduro y detener la elección a la Asamblea Nacional Constituyente que está prevista para el próximo 30 de julio.
El primer paso ya lo dio el pasado martes cuando la plenaria aprobó un informe de la Comisión de Postulaciones Judiciales. El objetivo de la oposición es nombrar a 33 nuevos magistrados en el Tribunal, el principal causante de la crisis que ya supera los 100 días después de que intentara quitarle los poderes a la Asamblea, en manos de la oposición.
Pese a que dio marcha atrás a su decisión, el argumento se centra en que desde 2015, cuando el oficialista Diosdado Cabello presidía la Asamblea designó de manera ilegal a 13 jueces principales y 20 suplentes en el máximo tribunal. La Asamblea recibió la hoja de vida de 159 venezolanos, de los cuales ya se filtraron 99 nombres de los que saldrán los 33 escogidos.
La intención es un viejo deseo de la oposición que desde el año pasado, cuando la Asamblea la presidía el opositor Henry Ramos Allup, debatió las posibles violaciones a la Constitución y al reglamento interno del Parlamento a la hora de escoger a los magistrados. Con el nombramiento que realizará hoy la Asamblea, crecerá la presión sobre Maduro, que sigue acumulando llamados para detener el proceso de la Constituyente. No solo ha sido Estados Unidos el que se ha pronunciado en contra, sino que también México, Argentina, Chile, Puerto Rico, Alemania y la Unión Europea han pedido que se detenga la elección del 30 de julio.
Además, es un paso más hacia materializar el anuncio que hizo la oposición de conformar un Gobierno paralelo, luego de que se confirmara que Maduro no iba a reconocer los resultados del plebiscito del fin de semana pasado. Según la auditoría final, en total votaron 7,5 millones de venezolanos.
Sin embargo, el internacionalista Julio César Botero consideró que, hasta ahora, estas medidas son un acto simbólico. “Todo elemento que se dé desde la oposición, sin un aval de las instituciones en las que esté al frente Maduro, es un saludo a la bandera”, dijo.
El miércoles, la Mesa de Unidad (MUD) firmó el “compromiso unitario para la gobernabilidad”, como el primer paso para materializar la promesa de un Gobierno paralelo. El diputado Ramos aseguró que conformarán “un Gobierno amplio con políticas concertadas con todos los sectores para garantizar la gobernabilidad y la unión”.
Según el documento que firmó la MUD, el nuevo Gobierno, de establecerse, empezará por depurar los cuerpos policiales y tendrá un énfasis en alimentación (abastecimiento y precios) y en salud (medicamentos y atención).
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