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Low cost y Aribnb son para la mentalidad del gran público dos conceptos asociados. La plataforma de alquiler de alojamiento entre particulares es concebida como una opción más económica que los hoteles tradicionales, que están retocando sus planes de crecimiento para combatir la creciente competencia.
Pero puede ser que el pensamiento popular se equivoque, según un informe que acaba de publicar Morgan Stanley a partir de una encuesta a 4.000 viajeros. El dato habla por sí sólo: cerca del 66% de los clientes de Airbnb gana más de US$75.000 (70.325 euros) al año. Esta cifra rebate la creencia de que los grandes fanes del popular servicio son personas con bajos ingresos o estudiantes.
El informe también echa por tierra la idea de que Airbnb es la gran amenaza para los hoteles, pues Morgan Stanley concluye que más de la mitad de clientes procede de los tradicionales bed and breaksfast o de aquellos que normalmente eligen casas de amigos o familiares para sus vacaciones.
Es decir, que es un servicio más para quienes viajan por ocio y placer que para los que lo hacen por negocios, cuya opción mayoritaria siguen siendo los hoteles. Es más: menos de la mitad de los usuarios dice que usa Airbnb en vez de reservar una habitación de hotel. Estos pueden dar más seguridad y privacidad al usuario, lo que complica la penetración de Airbnb en el segmento de viajes de empresa.
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