La industria de chips critica los cambios propuestos por Trump a las normas de visas

Los líderes de la industria de semiconductores advierten a la administración Trump que una propuesta de endurecimiento de las normas sobre visas corre el riesgo de reducir un grupo vital de talentos y socavar los esfuerzos para expandir la fabricación de chips en Estados Unidos.

Más de dos docenas de ejecutivos de semiconductores, incluidos dos directores ejecutivos anónimos, se han opuesto a un plan del Departamento de Seguridad Nacional para imponer límites más estrictos a las visas de estudiante F-1, que sirven como una vía crucial para acceder a la fuerza laboral tecnológica. Sus comentarios, en su mayoría anónimos, previos a la elaboración formal de la normativa, se sumaron a un total de más de 17.000 presentaciones del ámbito académico.

En un comentario presentado al gobierno, ejecutivos de chips cuestionaron la medida. "Estoy profundamente preocupado", escribió un director ejecutivo no identificado . "La competencia mundial por la supremacía de los chips se está intensificando, y estas restricciones corren el riesgo de ceder terreno a países con políticas de inmigración más favorables".

Los cambios propuestos en agosto a las visas de estudiante representan un desafío adicional para la industria de chips, ya que lidia con una decisión independiente de la administración Trump de cobrar $100,000 por la mayoría de las nuevas solicitudes de visa H-1B. Si bien los fabricantes de semiconductores han guardado silencio sobre los nuevos pagos de seis cifras de la H-1B, varias grandes empresas se enfrentan a la posibilidad de millones en tarifas adicionales para las visas de trabajadores calificados.

En conjunto, los cambios en las visas ponen de relieve la creciente tensión entre las medidas represivas del presidente Donald Trump en materia de inmigración y su objetivo de impulsar la producción nacional de semiconductores y otros productos avanzados para mantenerse a la vanguardia de China. Una redada migratoria el mes pasado en una planta de baterías de Hyundai Motor Co.-LG Energy Solution Ltd. que se estaba construyendo en Georgia ilustró aún más el desafío de depender del talento extranjero para impulsar nuevas fábricas.

La portavoz de la Casa Blanca, Taylor Rogers, se negó a comentar sobre los cambios en las visas de estudiante, pero afirmó que la política H1-B prioriza a los trabajadores estadounidenses "al disuadir a las empresas de inundar el sistema y reducir los salarios", a la vez que brinda seguridad a las empresas estadounidenses que desean contratar trabajadores extranjeros altamente cualificados. El Departamento de Seguridad Nacional no respondió a una solicitud de comentarios.

Días después de anunciarse los cambios en la visa H-1B, el director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang, destacó el papel de la inmigración como fuente de talento, pero no llegó a criticar la política estadounidense. "Queremos que todas las mentes más brillantes vengan a Estados Unidos", declaró Huang a Cnbc. "La inmigración es fundamental para nuestra empresa y para el futuro de nuestro país". Un portavoz de Nvidia declinó hacer más comentarios.

Los trabajadores cualificados y los estudiantes extranjeros contribuyen a cubrir la creciente brecha de talento en la fuerza laboral tecnológica estadounidense. El año pasado, antes de que se sumaran los obstáculos migratorios, la Asociación de la Industria de Semiconductores advirtió que alrededor de 67.000 puestos de trabajo en la industria podrían quedar vacantes para 2030, y se proyecta que aproximadamente 26% de estos puestos requerirán un título de maestría o doctorado.

“La inmigración es esencial para el éxito a largo plazo de esta industria en Estados Unidos”, afirmó Adam Ozimek, economista jefe del Grupo de Innovación Económica, un centro de estudios que ha propuesto una política de visas especializadas para los trabajadores de la industria de chips. “Hay una escasez global de estos expertos. Estamos en una competencia global para atraer a estos trabajadores”.

Los programas de posgrado en informática e ingeniería eléctrica, campos populares para los futuros innovadores en semiconductores, inscriben a algunos de los mayores porcentajes de estudiantes internacionales en Estados Unidos. Según una encuesta de 2023 de la Fundación Nacional de la Ciencia, más de tres cuartas partes de los estudiantes de posgrado en informática en Estados Unidos y más de la mitad de todos los alumnos de ingeniería eléctrica son estudiantes extranjeros matriculados con visas.

“Somos el destino más deseado por los trabajadores cualificados en todo el mundo”, afirmó Ozimek. “Esa es una de nuestras ventajas competitivas, y deberíamos aprovecharla, no erosionarla”.

Las revisiones del programa F-1 impondrían un límite de cuatro años a las visas, que actualmente permiten a los estudiantes internacionales permanecer en el país indefinidamente mientras sus estudios estén vigentes. Los estudiantes podrían solicitar prórrogas para continuar sus estudios, pero se les prohibiría cursar una segunda titulación del mismo nivel académico que la anterior.

Los líderes de la industria consideran especialmente preocupantes las normas más estrictas para la visa de estudiante F-1, ya que los estudiantes de posgrado en tecnología suelen estudiar durante más de cuatro años y participar en prácticas que los preparan para el mercado laboral. La visa F-1 se considera un paso crucial hacia la H-1B, pero a diferencia del programa para trabajadores cualificados, las visas de estudiante actualmente no están sujetas a un límite numérico.

Empleados del sector de semiconductores, incluyendo directores de tecnología e ingenieros, advirtieron sobre las consecuencias en comentarios anónimos. «Esta política perjudicaría nuestra capacidad para competir a nivel mundial», escribió un alto directivo anónimo que trabaja para un fabricante de chips de IA no identificado.

En cuanto a las visas H-1B que se pueden implementar después de la graduación, Nvidia e Intel Corp. se encuentran entre las empresas de chips que incorporaron a cientos de nuevos trabajadores a través del programa este año, según datos del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos. Micron Technology Inc. y Qualcomm Inc. también registraron aprobaciones de visas H-1B de tres dígitos en 2025. Si estas empresas solicitaran una cantidad similar de trabajadores H-1B en 2026, las tarifas bajo las nuevas normas ascenderían a decenas de millones, sin incluir los costos de los solicitantes no aprobados.

La construcción de plantas de fabricación avanzada de chips, en particular, depende de la experiencia extranjera. Si las empresas intentan construir una fábrica con empleados estadounidenses, «su productividad a veces es mucho menor que si se permite que los fabricantes extranjeros de chips traigan trabajadores del extranjero», afirmó Ozimek.

La proclamación H-1B deja abierta la puerta para que el Departamento de Seguridad Nacional exima a empresas o industrias de "interés nacional", pero el estatus de las excepciones aún no está claro, ya que también señala que los abusos del programa de visas han reducido los salarios y desocupado a los informáticos nacidos en Estados Unidos. Un funcionario de la Casa Blanca destacó la posibilidad de solicitar exenciones sin abordar si las empresas de semiconductores son elegibles o si es probable que las reciban.

Semi, una asociación de la industria de la microelectrónica, dijo en una declaración sobre los cambios al H-1B que está "preocupada por la presión adicional en un momento en que la industria enfrenta una escasez significativa de mano de obra" y espera trabajar con la administración Trump en políticas que satisfagan las necesidades de seguridad nacional mientras "fortalecen la base de talento necesaria para apoyar a las empresas".

Trump ha reconocido la dificultad de encontrar un equilibrio entre fortalecer la industria nacional y restringir la inmigración. El mes pasado, aproximadamente una semana después de la redada en la planta de baterías de Georgia, publicó en Truth Social que no quiere "alentar ni desincentivar" la inversión internacional en Estados Unidos.

En la misma publicación, Trump afirmó que quiere que las empresas extranjeras, incluidas las de chips que invierten en Estados Unidos, "traigan a su gente experta por un tiempo". Enfatizó que estas personas deberían regresar a su tierra después de transferir sus conocimientos a los ciudadanos estadounidenses.

Trump podría tener otra oportunidad de opinar sobre la política de visas estudiantiles, ya que el período de comentarios cerró el lunes. El Departamento de Seguridad Nacional considerará los comentarios y decidirá si procede con la propuesta.