La economía de la eurozona se desacelera bruscamente por la presión de los precios

La expansión económica de la zona del euro se desaceleró bruscamente a medida que el aumento de los precios frenó el repunte de las restricciones pandémicas y las fábricas continuaron sufriendo problemas de suministro.

Un indicador de actividad económica de S&P Global cayó a un mínimo de 16 meses en junio, impulsado por una inflación desenfrenada, preocupaciones sobre la energía y el aumento de los costos de los préstamos. Si bien el indicador general aún indica una expansión modesta, la producción manufacturera disminuyó por primera vez en dos años.

“El crecimiento económico está mostrando signos de vacilación a medida que el viento de cola de la demanda acumulada de la pandemia ya se está desvaneciendo, después de haber sido compensado por el impacto del costo de vida y la caída de la confianza de las empresas y los consumidores”, dijo Chris Williamson, economista de S&P Global, en un comunicado. declaración.

Las cifras preliminares de Australia, Japón y el Reino Unido mostraron un crecimiento continuo en las tres economías, aunque el informe británico señaló que las empresas se preparan para una recesión económica más profunda en el tercer trimestre. Las cifras de EE. UU. se conocerán más tarde el jueves.

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En Europa, la guerra de Rusia en Ucrania hizo que el costo de la energía y una gama más amplia de productos básicos se dispararan justo cuando las restricciones pandémicas disminuyeron. Mientras tanto, la perspectiva de tasas de interés más altas está reavivando las preocupaciones sobre la deuda pública.

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“La fuerte desaceleración en el PMI compuesto de la zona del euro puede reflejar el empeoramiento de las tensiones entre Europa y Rusia por el suministro de gas natural que pesa sobre la confianza empresarial y el impacto de la alta inflación y las cadenas de suministro interrumpidas. Es poco probable que el deterioro disuada al Banco Central Europeo de aumentar significativamente las tasas de interés este año; su enfoque es controlar la inflación”, dijo David Powell, economista sénior de la zona del euro.

Alemania, que depende más de la fabricación que otros países de la región, experimentó la expansión más lenta este mes. El país elevó el jueves el nivel de riesgo en su plan nacional de emergencia de gas a la segunda fase más alta de "alarma", luego de fuertes cortes en los suministros de Rusia.

“Será un camino rocoso el que tendremos que recorrer como país”, dijo el ministro de Economía alemán, Robert Habeck. “Incluso si aún no lo sentimos, estamos en una crisis de gas”.

La encuesta de gerentes de compras continuó mostrando presiones de precios elevadas, incluido un "aumento preocupante en el crecimiento de los costos en el sector de servicios". El enfriamiento de la demanda, sin embargo, apuntó a una calma en los precios de los bienes, "trayendo un indicio tentativo de un pico de inflación en el futuro cercano", dijo Williamson.

Aún así, a pesar de la perspectiva sombría, el BCE dijo que ciertos factores aún podrían ayudar a impulsar el impulso en la región.

“También hay factores que respaldan la actividad económica y se espera que estos se fortalezcan en los próximos meses”, dijo en su Boletín Económico publicado el jueves. “La reapertura de los sectores más afectados por la pandemia y un mercado laboral fuerte, con más personas ocupadas, seguirán apoyando los ingresos y el consumo. Además, los ahorros acumulados durante la pandemia son un amortiguador”.