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Ya han pasado 70 años de Bretton Woods y la creación del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, como entidades de control del uso de los fondos prestados por los países más poderosos. Y nadie podrá negar que hacía falta una fuente de financiación alternativa, constituida por países aún en tránsito hacia un destino de potencias planetarias.
Pero algo debe quedar en claro: el desafío para BRICS y para los eventuales beneficiarios de sus créditos será utilizar ese dinero para obras de infraestructura, como se han comprometido. Sólo así, los países en vías de desarrollo podrán superar los bolsones de pobreza y falta de servicios en los que viven millones de sus habitantes. Si la dinámica de la economía no sirve para resolver esta cuestión el proyecto de otro banco global naufragará sin remedio.
Las dos entidades
Los líderes de los BRICS acordaron la creación de un nuevo banco internacional y un millonario fondo para contingencias durante la cumbre de los cinco países emergentes, en Fortaleza, Brasil. La idea es financiar infraestructuras.
La preocupación por el cierre de la mina perjudicó el valor de los bonos y ha causado que los operadores traten la deuda del país como un crédito con grado especulativo
La empresa minera británica posee minas en países como Chile, Sudáfrica, Brasil y Australia y tiene una capitalización bursátil de US$36.710 millones
Una adquisición exitosa representaría el primer mega acuerdo entre las mineras diversificadas más grandes del mundo en más de una década