Informe de la ONU vincula a firmas con presencia en Colombia al conflicto en Gaza

Un reciente informe de la relatora Especial de la ONU, Francesca Albanese, pone en evidencia el papel que juegan diversas empresas en el sostenimiento de la ocupación israelí de los territorios palestinos y en la actual ofensiva militar en Gaza, calificada por el documento como una 'campaña genocida'. El reporte detalla como entidades corporativas de diversos sectores: fabricantes de armas, empresas tecnológicas, empresas de construcción, industrias extractivas y de servicios hacen posible las violaciones estructurales en los territorios palestinos ocupados.

Según la relatora, estas entidades contribuyen a violaciones sistemáticas de derechos humanos, entre ellas la ocupación, anexión, apartheid y genocidio, así como prácticas como la discriminación, destrucción arbitraria, pillaje, desplazamiento forzado, ejecuciones extrajudiciales y el uso del hambre como arma de guerra.

El informe también señala que, si las empresas hubieran aplicado principios de debida diligencia en materia de derechos humanos, deberían haberse desvinculado hace tiempo de las actividades que sostienen la ocupación. "En cambio, después de octubre de 2023, los actores corporativos han contribuido a acelerar el proceso de desplazamiento-reemplazo a lo largo de la campaña militar que ha pulverizado Gaza y desplazado al mayor número de palestinos en Cisjordania", dice el informe.

Las cinco empresas

Entre las compañías señaladas por Francesca Albanese por su presunta participación en una “economía de genocidio” figuran la mexicana Orbia Advance Corporation y la brasileña Petrobras. También se menciona a la española CAF, Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles, así como a las multinacionales Drummond y Glencore, ambas con operaciones de exportación de carbón desde Colombia hacia Israel.

Acerca de la primera empresa, la relatora aseguró que Netafim, líder mundial en tecnología de riego por goteo, ahora propiedad en 80% de la empresa mexicana Orbia Advance Corporation, ha diseñado su tecnología de riego por goteo en consonancia con los imperativos de expansión de Israel. "Aunque mantiene una imagen mundial de sostenibilidad, la tecnología de Netafim ha permitido la explotación intensiva del agua y la tierra en Cisjordania, agotando aún más los recursos naturales palestinos, al tiempo que se perfeccionaba mediante la colaboración con empresas israelíes de tecnología militar", escribió.

Las petroleras BP y Chevron figuran entre los principales proveedores de crudo a Israel, aportando cada una cerca de 8% de las importaciones entre octubre de 2023 y julio de 2024. Ambas controlan oleoductos clave en Asia Central y poseen campos petrolíferos asociados. A este suministro se suman envíos desde Brasil, a través de Petrobras, incluyendo combustible para aviones militares. El petróleo abastece refinerías en Haifa y Ashdod, desde donde se distribuye tanto a estaciones de servicio en Israel y los territorios palestinos ocupados como a las Fuerzas Aéreas israelíes que operan en Gaza.

"Al suministrar carbón, gas, petróleo y combustible a Israel, las empresas contribuyen a las infraestructuras civiles que Israel utiliza para afianzar la anexión permanente y que ahora convierte en armas con la destrucción de la vida palestina en Gaza. La misma infraestructura a la que estas empresas suministran recursos ha servido al ejército israelí y a su destrucción de Gaza impulsada por la tecnología de alto consumo energético. El carácter aparentemente civil de estas infraestructuras no exime a una empresa de su responsabilidad", dijo la relatora.

Agregó que varias empresas contribuyeron al desarrollo de carreteras e infraestructuras de transporte público fundamentales para establecer y ampliar las colonias, y conectarlas con Israel al tiempo que excluían y segregaban a los palestinos. Es por esto que la relatora señala a la empresa española Construcciones Auxiliar de Ferrocarriles que trabajó para ampliar la Línea Roja del Metro Ligero de Jerusalén y construir la nueva Línea Verde, en un momento en que otras empresas se habían retirado debido a la presión internacional.

Para cerrar el análisis, señalan a dos empresas más: Drummond, empresa de carbón con filial en Colombia, y Glencore que está presente a través de su filial Cerrejón. En el informe aseguran que 60% del carbón que llegó entre 2023 y 2024 para la electricidad de Israel procede principalmente de Colombia. Drummond con sede en Estados Unidos, y Glencore, con sede en Suiza, son los principales proveedores. Sus respectivas filiales poseen las minas y los tres puertos implicados en la entrega de 15 envíos de carbón a Israel desde octubre de 2023, incluidos seis envíos después de que Colombia suspendiera las exportaciones de carbón a Israel en agosto de 2024. Glencore también participó en envíos desde Sudáfrica; estos envíos representaron 15% de las importaciones de carbón israelíes en 2023 y 2024.

Este punto contradice a las declaraciones del presidente Gustavo Petro hechas en 2024 cuando escribió en la red social X que las exportaciones de carbón solo se reanudarían "cuando cese el genocidio".

No obstante, un portavoz de Glencore le dijo a BBC Mundo que la empresa rechaza "categóricamente todas las acusaciones" contenidas en el informe y las considera "infundadas y sin fundamento jurídico alguno".

Por su parte, Drummond señaló que, luego del decreto de agosto de 2024 que prohíbe las exportaciones de carbón a Israel, solicitó al gobierno de Gustavo Petro el reconocimiento de un compromiso jurídico previo que habilita dichos envíos.

La compañía explicó al medio que, tras revisar la documentación correspondiente, las autoridades competentes autorizaron la operación al considerar que se trataba de una situación “jurídicamente consolidada”, en los términos previstos por el mismo decreto.

"Una vez expedida la correspondiente autorización por parte del gobierno nacional, la compañía procedió a cumplir con las obligaciones contractuales previamente establecidas", finaliza el comunicado enviado a BBC Mundo.