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Un nuevo proceso de despidos colectivos que se suma al ERE que la compañía mantiene abierto y que afecta a otros 3.141 trabajadores, de los que ya han salido del grupo tres cuartas partes. Actualmente, y tras la reducción de plantilla ya ejecutada desde el año pasado, Iberia cuenta con unos 18.500 trabajadores.
La filial de IAG ha comunicado hoy mismo sus planes a la plantilla y se los ha detallado a los representantes sindicales, pero la compañía precisa en un hecho relevante remitido a la CNMV que "esta opción fue discutida como parte de las negociaciones de los convenios colectivos con los sindicatos de la aerolínea el pasado mes de abril".
Iberia pretende así abrir un periodo de consultas y negociación con los sindicatos de los tres colectivos de la compañía (personal de tierra, tripulantes de cabina y pilotos) para poner en marcha un nuevo ERE. La mesa de negociación se constituirá en los próximos días y dispone de 30 días para sellar un acuerdo. La compañía no negociará con los representantes de los tres colectivos profesionales por separado, sino que las consultas se llevarán a cabo con todos los sindicatos simultáneamente.
El número definitivo de trabajadores afectados, hasta ese máximo de 1.581, dependerá de cuántos empleados que se acojan voluntariamente al ERE y se contempla incluir prejubilaciones, recolocaciones diferidas y bajas incentivadas, según fuentes de la propia Iberia, informa Europa Press. IAG, el holding que integra a Iberia, British Airways y Vueling, subraya que estas medidas forman parte del "continuo plan de transformación" de la aerolínea española para aplicar "cambios estructurales permanentes" en todas las áreas de negocio de la compañía y así "crecer de forma rentable en el futuro".
Una Iberia en números rojos y sin poder plantar cara a sus rivales más competitivos emprendió a finales de 2012 un duro plan de ajuste con el que la compañía inicialmente pretendía forzar la salida de 4.500 empleados. Tras una mediación avalada por el Gobierno y también un arbitraje, el ajuste se moderó y se tradujo en un ERE para 3.141 trabajadores.
Este año la dirección de Iberia, ya con Gallego como presidente, logró pactar acuerdos históricos con pilotos, personal de tierra y azafatos para adoptar medidas de mejora de la productividad y de rebaja salarial. Compañía y sindicatos afrontan ahora un nuevo proceso de negociación para continuar con los ajustes con el objetivo de que la compañía vuelva a ser rentable. Iberia cerró el año pasado con unas pérdidas operativas de US$225,7 millones, menos de la mitad de los números rojos de US$477,3 millones de 2012. En el primer trimestre de 2014 -último periodo para el que IAG ha publicado sus cuentas- Iberia aún tuvo unos números rojos de US$15 millones, casi la mitad que en el ejercicio anterior.
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