Gobierno de Macron ofrece una concesión en la batalla por reforma de las pensiones

El gobierno de Emmanuel Macron puede ofrecer otra concesión sobre los planes para aumentar la edad de jubilación de Francia de 62 a 64 años, buscando asegurar una mayoría parlamentaria en medio de una reacción pública masiva.

El gobierno está considerando otra excepción para que más personas puedan jubilarse antes de cumplir 64 años, dijo la primera ministra de Macron, Elisabeth Borne, en una entrevista con el periódico JDD el domingo. Los debates sobre la propuesta comienzan el lunes en la Asamblea Nacional y los sindicatos están planeando nuevas huelgas y protestas para el martes.

La concesión ofrecida por el Borne se sumaría a otras disposiciones destinadas a permitir que las personas que comenzaron a trabajar a una edad temprana puedan jubilarse antes. Si el parlamento acepta el último cambio, las personas que comenzaron a trabajar entre los 20 y los 21 años podrían jubilarse a los 63, dijo.

La medida tiene como objetivo influir en los legisladores del partido conservador Republicanos, cuyo apoyo el bloque centrista de Macron necesita para obtener una mayoría.

“Con este proyecto de ley, como con otros, estamos buscando acuerdos”, dijo Borne en la entrevista con JDD. “Quiero encontrar una mayoría, en eso he estado trabajando durante las últimas semanas y meses”.

El gobierno de Macron está bajo presión para repensar la reforma económica emblemática del presidente a medida que más personas se unen a las protestas y las encuestas de opinión muestran que los franceses rechazan la reforma de manera abrumadora.

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Su gobierno aún podría usar una disposición constitucional conocida como 49.3 para proceder sin una votación en el parlamento, pero eso correría el riesgo de avivar aún más la ira. La semana pasada, el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, dijo que obtener la mayoría es una cuestión de “legitimidad política”.

El cambio para permitir que más personas se jubilen a los 63 años afectaría a unas 30.000 personas al año en Francia con un coste anual de entre 600 millones de euros (648 millones de dólares) y 1.000 millones de euros. El gobierno y el parlamento tendrán que encontrar formas de financiar la nueva medida para garantizar que el sistema de pensiones aún elimine su déficit para 2030, dijo Borne.

No está claro que los cambios propuestos sean suficientes para influir en los que actualmente se oponen a la reforma. Hablando en la radio France Info el domingo, el líder adjunto de los republicanos, Pierre-Henri Dumont, dijo que la concesión no es lo suficientemente amplia.

“El hecho de que esta puerta ahora esté cerrada nos obligará a votar en contra”, dijo Dumont.

El líder del sindicato moderado CFDT, Laurent Berger, también rechazó la propuesta de Borne y dijo que el cambio de 30.000 personas no responde a las preocupaciones de cientos de miles de trabajadores que protestarán nuevamente el martes.

“El problema básico de esta reforma es el aumento de la edad legal a 64 años, lo que acentúa las desigualdades inherentes al mundo del trabajo”, dijo Berger en la radio France Inter. “Examinaremos la propuesta, pero claramente no es una respuesta a la movilización masiva, geográfica y profesionalmente diversa”.

En la entrevista de JDD, la primera ministra también dijo que no se opone a una propuesta de los aliados centristas de Macron para revisar la reforma de pensiones a mitad de camino entre su implementación y 2030.

“No veo ninguna objeción, pero no debemos perder de vista el rumbo que hemos fijado con el presidente para equilibrar el sistema para 2030”, dijo Borne.