Gobernante militar de Chad consolida su poder con la presencia de tropas estadounidenses

El gobernante militar de Chad, Mahamat Déby, fue declarado ganador de las elecciones presidenciales del país, consolidando su gobierno en un país que se ha convertido en el último aliado militar occidental en la lucha contra los insurgentes islamistas y la influencia rusa en la región.

La nación centroafricana sirve como baluarte de estabilidad en la región africana del Sahel, donde una serie de golpes de estado en Mali, Níger y Burkina Faso llevaron a la expulsión de las tropas francesas después de que sus juntas gobernantes forjaron vínculos más estrechos con Moscú. También limita con Sudán, que ha sido acosado por una guerra civil que dura un año, y cuenta con Libia y la República Centroafricana como sus otros vecinos inestables.

En el período previo a las elecciones, la administración de Déby pidió a Estados Unidos que retirara sus tropas de una base militar en la capital, Yamena, lo que ilustra que las lealtades de la nación pueden estar cambiando en medio de un aumento del sentimiento antioccidental.

"Las potencias occidentales no tendrán otra opción que trabajar con Déby como el último país pro-occidental y relativamente estable en la región", dijo Ulf Laessing, director del programa para África de la Fundación Konrad Adenauer. “Chad es demasiado importante estratégicamente para que Occidente boicotee a Deby. Cualquier retirada occidental será ocupada inmediatamente por Rusia y otros actores que ya han estado cortejando a Chad”.

Déby obtuvo el 61% de los votos en la votación del 6 de mayo, según la Agencia Nacional de Gestión Electoral, evitando una segunda vuelta contra su principal rival, el Primer Ministro Succès Masra, que obtuvo el 19% de los votos.

"Ahora soy el presidente electo de todos los chadianos, tanto de los que votaron por mí como de los que no", dijo Déby en un breve discurso en la emisora ​​estatal Tele Tchad el jueves por la noche, mientras se escuchaban disparos de celebración en N' Djamena.

Déby, general del ejército de 40 años, llegó al poder tras la muerte de su padre, el ex presidente Idriss Déby, que gobernó el país durante más de tres décadas. Se ha comprometido a invertir en ampliar el acceso a la electricidad y el agua, construir infraestructura y aumentar la seguridad en la nación productora de petróleo sin salida al mar que se encuentra entre las más pobres del mundo.

Rechazo de la oposición

Los resultados fueron rechazados por los partidos de oposición. El movimiento de la sociedad civil Wakit Tama instó a los chadianos a “reclamar nuestra victoria robada” en una publicación de Facebook.

Masra, en una declaración separada, afirmó una “victoria contundente” basada en los resultados recopilados en los colegios electorales. Si bien criticó al “pequeño grupo de personas” que han “decidido ignorar la voluntad de la mayoría, instó a sus seguidores a protestar pacíficamente”.

La declaración fue un esfuerzo por evitar enfrentamientos violentos que han estallado en Chad en el pasado, dijo Yamingué Betinbaye, analista político y director de investigación del Centro de Investigación de Antropología y Ciencias Humanas. En octubre de 2022, la represión de las fuerzas de seguridad contra las protestas políticas dejó al menos 128 muertos.

La delegación de la Unión Europea en Chad, en una declaración del 6 de mayo, deploró la exclusión de las urnas de casi 3.000 observadores electorales financiados por la UE. Otra coalición de oposición denunció que las elecciones no fueron ni libres ni justas, lo que generó preocupación de que pueda estallar la violencia si el proceso se considera contaminado.

"Los socios de Chad estarán monitoreando los acontecimientos y, a menos que se intensifiquen, probablemente aceptarán el resultado", dijo Betinbaye por teléfono desde N'Djamena.