Gigantes mundiales del cemento Lafarge y Holcim cierran su fusión

Las últimas informaciones hablaban de un acercamiento de las posturas entre las dos compañías para ultimar su fusión, que impulsará una reducción drástica de los costos, de la deuda y les ayudará a afrontar los crecientes precios de la energía en un momento de demanda decreciente por la crisis que atraviesa el sector desde 2008.

La transacción, según 'Le Figaró', implicaría que la suiza Holcim lanzaría una OPA (Oferta Pública de Adquisición) por la francesa Lafarge que se abonaría enteramente en acciones. Si fructificara dicha OPA, la empresa resultante de la fusión tendría su sede social en Suiza pero mantendría sus sedes operacionales en ambos países.

El director ejecutivo de la nueva cementera sería el actual CEO de Lafarge, Bruno Lafont, mientras que el sillón de la presidencia de la compañía sería para un representante de la suiza, de acuerdo con la información del periódico francés.

Este acuerdo, de alcanzarse, quedaría supeditado a la 'luz verde' de Bruselas. La Comisión Europea examinará si la fusión no incurriría en una posición dominante tanto en Europa como en Estados Unidos, lo que podría empujar a la nueva compañía a deshacerse de algunas plantas cementeras y distribuidoras a petición de los organismos reguladores.

Para Colombia, en opinión de Eduardo Sarmiento, director de la Escuela Colombiana de Ingenieros Julio Garavito, esta alianza impactará negativamente y hará que se fortalezca el monopolio de las grandes empresas cementeras. “En ese sentido, la fusión de Lafarge y Holcim es desfavorable para el país porque cuando esto se da se saca ventaja de la economía de escala. Por eso, las demás empresas, en este caso Argos, podría verse obligada a hacer una alianza para aumentar su competitividad en el mercado”, asegura.

Agrega además que lo que tiene que hacer Colombia es compensar esa fusión con aranceles para que las demás empresas no se vean afectadas, pues en la medida en que la cementera sea más grande podrá vender más barato.

Lafarge compró Orascom Cement de Egipto por US$8.800 millones en 2008 , mientras que Holcim pagó cerca de US$3.400 millones para Aggregate Industries en 2005.

La deuda de Lafarge ha sido calificada de "basura" por las agencias Standard & Poor's y Moody's. La compañía ha estado recortando costes y venta de activos no estratégicos para reducir la deuda, y tiene como objetivo recuperar el grado de inversión a finales de este año.

Resultados

El grupo francés de materiales de construcción Lafarge anunció ayer un beneficio neto de US$826 millones 2013, un 65 % más que en el ejercicio precedente, y se dijo optimista de cara a su facturación en 2014, que espera aumente entre un 2 y un 5 %.

La compañía, líder mundial en venta de materiales de construcción, especialmente en cemento, granulados y hormigón, tiene una cifra de negocio de US$20.893 millones, presencia en 64 países y cuenta con 65.000 colaboradores.

Holcim, que fabrica y distribuye cemento y otros productos de construcción elaborados, cuenta con una cifra de negocios de unos US$22.157 millones, centros de producción en alrededor de 70 países y más de 71.000 empleados.

En España, a finales de agosto, la empresa mexicana Cemex anunció su intención de fusionar con la suiza Holcim sus operaciones de cemento, hormigón y áridos en el país para adecuar la oferta a la demanda y conseguir con ello una mayor creación de valor.

En virtud del acuerdo, la compañía mexicana adquiriría todos los activos de Holcim en la República Checa, que incluyen una fábrica de cemento (capacidad de 1,1 millones de toneladas de cemento), 4 canteras de áridos y 17 plantas de hormigón.

Cemex

En paralelo, Cemex venderían sus activos localizados en el oeste de Alemania al grupo suizo, que incluyen una fábrica de cemento, dos moliendas de clinker (capacidad total de 2,5 millones de toneladas de cemento), una molienda de escoria, 22 canteras de áridos y 79 plantas de hormigón.

A mediados de octubre, la Comisión Europea (CE) anunció que iba a evaluar, a petición de España, la fusión de los negocios de cemento, hormigón y áridos en España del grupo suizo Holcim y su rival Cemex, una de las tres mayores cementeras del mundo y la más importante de México.

Recientemente, Holcim presentó a los sindicatos una reestructuración de su negocio en España que conllevaba el cierre de 21 centros de trabajo y un ajuste de personal de 140 trabajadores, más de 20 % de la plantilla española de la empresa cementera suiza.

Desde 2008, antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, Holcim empleaba en España a más de 2.000 personas, una cifra que podría verse reducida en más de un 70 % atendiendo al nuevo expediente de regulación de empleo, han indicado a agencias fuentes sindicales.