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Larry Fink, consejero delegado de la mayor gestora del mundo, confía en que la inflación se reduzca
En la Dealbook Summit, que tuvo lugar esta semana en Nueva York, el responsable de la mayor gestora del mundo, alertó de que la economía podía dirigirse a un mundo con un crecimiento de entre el 2% y el 3%, con una inflación de entre el 3% y el 4%, a medida que los responsables de la política monetaria reducen las compras agresivas de bonos de la última década. "Realmente vamos a entrar en un período de más, lo que yo llamaría, malestar", dijo Fink y recoge Yahoo Finance. Teme que la economía mundial se encamine hacia un crecimiento anémico por las tensiones geopolíticas y la retirada de estímulos por parte de los bancos centrales.
Pero el responsable de BlackRock no está solo preocupado por los problemas generados por los bancos centrales. También lo está por el colapso en las tasas de natalidad mundial, el cambio en China hacia una economía ideológica y la crisis energética en Europa.
La mayor preocupación de Fink no es que vayamos a ver una caída de la inflación hasta el 3%-4%, frente a las dudas de que la Reserva Federal de Estados Unidos logre la estabilidad de los precios a largo plazo en el objetivo del 2%. "Mi mayor preocupación es que el mundo está perdiendo la esperanza", aseguró el CEO de BlackRock.
Los comentarios de Fink subrayan las previsiones de la gestora sobre la economía global para el próximo año. La entidad aprecia un "nuevo régimen" de mayor volatilidad macroeconómica y de mercado, y en la que los bancos centrales no van a acudir al rescate durante las desaceleraciones. Según el Instituto de Inversiones de BlackRock, han quedado atrás cuatro décadas de actividad e inflación estables y nos encaminamos a una recesión por el excesivo endurecimiento de las políticas monetarias de los bancos centrales para controlar la inflación.
La gestora, que está infraponderada en renta variable, cree que volverá a ser positiva respecto a los activos de riesgo en algún momento de 2023, aunque ya no ve los mercados alcistas sostenidos del pasado.
Durante la Dealbook Summit, Fink comentó que "después de que salgamos de este estallido de inflación, me temo que no vamos a tener la capacidad de ningún estímulo fiscal en el corto plazo". En su opinión, "los bancos centrales van a tardar años en deshacer toda la flexibilización cuantitativa, todas las compras de bonos que han hecho durante los últimos diez años y más agresivamente en los más recientes". Por esta razón, las autoridades monetarias no van a estar completamente equipadas para reestimular la economía, mientras se esperan unas tasas más altas que las actuales. Para Fink, los tipos no van a bajar, "simplemente no vamos a tener una economía basada en el crecimiento real".
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