Estadounidenses evalúan las opciones de visas doradas tras victoria de Donald Trump

Una de las elecciones más divisivas de la historia reciente de EE.UU. está impulsando a algunos estadounidenses a considerar la posibilidad de trasladarse al extranjero.

El interés por las llamadas visas doradas —que otorgan derechos de residencia mediante la compra de bienes inmuebles u otras inversiones— se ha disparado desde la victoria de Donald Trump a principios de este mes, según las consultoras del sector.

A pesar de la reciente oposición de algunos gobiernos y de la Unión Europea, los programas siguen estando disponibles en varios países de la UE y siguen siendo una de las estrategias favoritas entre los estadounidenses adinerados y que cuentan con la flexibilidad necesaria para abandonar su país de origen.

“Mucha gente está pensando en planes para mudarse si es necesario”, dijo Paul Williams, director ejecutivo de la consultora de visados ​​La Vida Golden Visas, quien señaló que el tráfico se multiplicó por 23 en su sitio web el día después de las elecciones en medio de un “maremoto” de interés por parte de los estadounidenses.

Interés creciente

La empresa de inmigración Henley & Partners señaló que recibió cuatro veces más consultas de estadounidenses la semana de las elecciones en comparación con la semana anterior, y una cuarta parte más de solicitudes este año hasta la fecha en comparación con el mismo período del año pasado. Murat Coskun, socio gerente de la empresa Get Golden Visa, calculó que el tráfico diario en su página web se multiplicó por nueve en los días posteriores a las elecciones.

Aunque medir cantidades de estas consultas realmente se concretan en una reubicación es más arte que ciencia, las visas doradas se han hecho cada vez más populares entre los estadounidenses en los últimos años. Impulsados ​​por la pandemia y el aumento del costo de la vida, quienes disponen de medios han buscado un estilo de vida más relajado, opciones de trabajo a distancia y oportunidades fuera de EE.UU. aprovechando el acceso rápido a la residencia y la ciudadanía europeas. Portugal, Grecia y España reciben el mayor número de consultas, según Coskun.

Sin embargo, obtener una visa dorada es cada vez más difícil. Varios países europeos han endurecido las normas en el último año ante la preocupación de que la llegada de extranjeros esté contribuyendo a la inflación inmobiliaria. Algunos han encarecido los visados. La Unión Europea también ha presionado a los países para que restrinjan los programas, bajo el argumento de que han dado a las personas adineradas una vía excesivamente fácil hacia la ciudadanía de la UE.