MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Xi inauguró un mega puerto en Perú que fue construido con capital chino; la obra es muestra representativa de las inversiones
En los últimos años, China ha ido avanzando en América Latina por medio de inversiones en áreas como movilidad eléctrica, energía renovable y, sobre todo, infraestructura.
Bloomberg estima que en década y media, hasta 2022, China dirigió US$96.000 millones en Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y, más recientemente lo hizo en Bolivia, y ha dicho que planea recaudar US$250.000 millones para 2025. Con la inversión de Perú y Colombia, superior a US$3.000 millones, se estima que China ya acumula más de US$100.000 millones invertidos en proyectos de infraestructura en la región.
El capital chino en la zona tuvo su mayor materialización ayer en la inauguración del Puerto de Chancay, la terminal portuaria más grande de América Latina, ubicada en Perú, y la punta de lanza de la expansión china en el Pacífico.
En el evento participó la presidenta peruana Dina Boluarte y su homólogo chino Xi Jinping, quien llegó desde el otro lado del pacífico para asistir a la apertura de esta obra pero también al Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, Apec, del cual Perú es anfitrión este año.
Desde el Palacio de Gobierno de Lima, “de forma virtual” se realizó la inauguración del megapuerto ubicado a 80 kilómetros al norte de la capital peruana.
Este proyecto requirió de una inversión de US$3.500 millones, y más de 60% de la participación es de la empresa estatal china Cosco Shipping Ports, el restante es de la minera peruana Volcan, de Glencore.
Ahora, Perú tendrá el primer puerto de la costa suramericana del Pacífico que recibirá a grandes buques portacontenedores para hacer viajes directos hacia y desde Asia, y cuando esté completamente operativo, el puerto tendrá una capacidad de 1,2 millones de contenedores y 6,1 millones de toneladas de carga general al año.
Diego Lagos, docente de logística y comercio exterior de la Universidad EAN, señala que esto lo posicionará como uno de los puertos más competitivos en el comercio del Pacífico suramericano pero también será el conducto clave de China para continuar su flujo de inversiones en la región. Su operación iniciará con el envío de dos buques semanales al puerto de Shanghái.
El ministro de Transporte y Comunicaciones de Perú, Raúl Pérez, señaló que Chancay será más competitivo considerando que, desde allí, los viajes desde Suramérica a Asia se reducirán en 10, 15, 20 días dependiendo de la ruta.
“Nuestro objetivo es convertirnos en el Singapur de América Latina. De forma tal, que la carga portuaria pase por aquí cuando vaya a Asia. Cuando alguien piense en Perú como un punto de salida hacia Asia. A eso apuntamos”, dijo Pérez.
El gerente general de Cosco Shipping Chancay Perú, Carlos Tejada, anunció que abrirán rutas desde Colombia, Ecuador y Chile para enviar hasta 24.000 contenedores a Asia; y aunque Colombia no hace parte del Apec, los exportadores nacionales podrán llevar carga del Puerto de Buenaventura a cualquier lugar del mundo a costos mucho más baratos por medio de Puerto Chancay.
Otro país de la región que está esperando beneficios con el nuevo puerto es Brasil. Proyecta reducir costos y tiempos de envío de su soja a Asia al evitar pasar por el Canal de Panamá hacia el norte y en vez de ello, transportar la mercancía con un tren que llegue directo a Chancay y de ahí salga a Asia.
Mario de las Casas, gerente de asuntos corporativos de Puerto Chancay, señaló que gran parte de la nueva infraestructura de transporte de Brasil conducirá finalmente a Chancay.
El puerto chino representará competencia para los grandes puertos del Pacífico de aguas profundas de Manzanillo, en México, y de Long Beach, en Estados Unidos, lugares donde las grandes naves pueden hacer viajes directos hacia terminales de Asia.
Su inicio de operación se da en un contexto en el que EE.UU. y Europa buscan frenar el ascenso chino en América Latina, y el presidente electo Donald Trump ya ha declarado una guerra comercial con el país asiático.
Es por esto que Bloomberg señala que la inauguración del puerto provocó críticas de Estados Unidos a la creciente huella de China en América Latina y a la preocupación de que la instalación podría representar una amenaza para la seguridad, así como los demás negocios entre la región y China por medio de la iniciativa La Franja de la Ruta y de la Seda.
José Francisco Mafla, socio de Aduanas y Comercio Internacional de Brigard Urrutia, señala que los detractores del fortalecimiento de las relaciones con China argumentan que, a diferencia de entidades occidentales, las empresas chinas no están sujetas a los mismos estándares en materia de transparencia y gobierno corporativo,afirmando que la supervisión gubernamental y de la misma sociedad civil en China es muy baja.
En caso de proyectos de infraestructura a gran escala, Mafla señala que existen riesgos sociales, medioambientales y de corrupción a tener en cuenta. “Los críticos afirman que la financiación por parte de China para el desarrollo de proyectos de gran envergadura pueden generar condiciones gravosas para el Estado prestatario, posiblemente llevando la deuda a niveles insostenibles”.
Pero no deja de la lado la posición de los simpatizantes, quienes argumentan que, además de fortalecer las relaciones entre los países, sin duda el ingreso de Colombia a la Franja de la Ruta y de la Seda, es una oportunidad para el desarrollo económico de Colombia, especialmente en materia de infraestructura.
El presidente de la Asociación de la Amistad Colombo China, Guillermo Puyana, señaló que el capital de inversión chino a Colombia está dirigido a infraestructura, energía solar e hidroeléctrica.
En infraestructura se destacan las inversiones de China Harbour quienes realizaron el proyecto vial Mar 2 y están a cargo de la primera línea del Metro de Bogotá, y de China Civil Engineering Construction Corporation con el contrato de Regiotram en Cundinamarca. Pero también hay otras inversiones por US$2.048 millones en regiones como Meta y Bolívar.
La elección presidencial en EE.UU. marcó la agenda internacional, de allí viene la "kakistocracia", la palabra de 2024 según The Economist
El partido considera que la reforma fiscal que el Gobierno aprobó es un "hachazo fiscal" de US$9.326 millones a los españoles
Fue uno de los más esperados en el ámbito internacional, este acuerdo promete transformar las relaciones comerciales