El Parlamento Europeo se centrará en el Brexit, aranceles y déficits económicos

La incertidumbre invade al Viejo Continente debido a que hoy empiezan las elecciones al Parlamento Europeo, órgano compuesto por 751 eurodiputados, quienes son los encargados, junto con el Consejo Europeo, del poder legislativo de la Unión Europea.

Estas no son unas elecciones comunes, ya que es la primera vez que un estado miembro de la UE votará por los eurodiputados mientras, al mismo tiempo, está en el proceso de dejar el bloque unitario, como es el caso de Reino Unido, y también porque se está en un contexto en el que ha aumentado la desigualdad y han aumentado las tendencias populistas, según Philippe Waechter, economista principal de Ostrum Asset Management.

Así, como las decisiones del Parlamento son de obligatorio cumplimiento, preocupan los resultados de estos comicios, ya que, según lo expresó José Ángel Hernández, director del Departamento de Historia de la Universidad Sergio Arboleda, los diputados tienen en sus manos las medidas para contrarrestar el déficit económico, la fiscalización de sus cuentas, los fondos de cohesión y las medidas de rescate económico a los países que se encuentren en crisis.

Además de estas medidas generales que siempre están en poder del legislativo europeo, para los nuevos europarlamentarios, quienes asumirán el cargo por un período de cinco años, está la necesidad de definir cuáles políticas se deberán implementar para contrarrestar el impacto que tendrá la salida de Reino Unido de la Unión Europea a través del Brexit, que como primera consecuencia generará una reducción del número de escaños en la cámara de 751 a 705 curules.

Sin embargo, para Antonio Díaz Morales, decano de Marketing y Negocios Internacionales de la Universidad Sergio Arboleda, a pesar de que es urgente mitigar el impacto del Brexit, este tendrá más repercusiones para Gran Bretaña que en la unión.

“El impacto va a ser más duro para Reino Unido, que para Europa, porque su PIB podría caer 2% en los próximos años, ya que es más grande la dependencia de este país con Europa, que al revés. A pesar de que habrá varios cambios económicos, el efecto para la Unión Europea es menor porque no recae en un solo territorio, sino que el impacto del Brexit se debe repartir entre los países que tenían relaciones comerciales con Gran Bretaña”, sostuvo Díaz.

Durante los próximos cinco años del periodo de legislación, el Parlamento también deberá definir las políticas para reducir el desempleo, la movilización de inmigrantes en la jurisdicción de la unión y los sistemas de salud.

Pero otra de las principales alarmas que debe mantenerse prendida es la relacionada a la guerra comercial que ha enfrentado a Estados Unidos y China, que ha minado la economía mundial y que ha generado que la Organización Mundial del Comercio y la Ocde redujeran sus proyecciones de crecimiento económico global 0,4% y 0,1%, respectivamente.

Sobre este conflicto comercial que ha reducido el número de inversiones extranjeras y ha sembrado un clima de incertidumbre en los mercados globales, Waechter afirma que Europa “está ausente de la ecuación y no parece poder hacer nada al respecto”.

Sin embargo, para Díaz el papel de Europa en medio de la guerra arancelaria será mucho más activo, ya que el PIB europeo está sobre US$17,33 billones y su mercado involucra a más de 500 millones de personas, generando una posibilidad de “entrar en la disputa y darle un sentido a esa guerra comercial”

Las medidas dependerán de cómo quede conformado el Parlamento, ya que los conservadores, quienes actualmente son la mayoría en la cámara, buscarían estrategias que promuevan el libre mercado y controlen los flujos migratorios, y los socialdemocrátas buscarían una mayor movilización de personas y políticas que permitan un mayor gasto público para invertir en programas sociales.