“El impuesto a refrescos en México no ha sido exitoso para reducir la obesidad”

Desde la cartera de Salud alegan que la principal razón de este impuesto es combatir la obesidad, una meta que al menos en México, un país donde funciona un tributo similar desde 2014, no ha funcionado. Jorge Terrazas, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac), explicó el por qué. 

¿Desde cuándo funciona el impuesto a las bebidas azucaradas en México?
El Ieps o Impuesto Especial a Producción y Servicios está vigente desde enero 2014 y se estableció como una estrategia del presidente Enrique Peña Nieto para enfrentar el problema del sobrepeso y la obesidad. Lleva casi dos años y medio de vigencia y en ese tiempo podemos decir dos cosas: por un lado, que el Ieps ha logrado, en términos de recaudación, ser un instrumento muy exitoso, pues el dinero que ha ingresado es superior a lo estimado: en 2014 estuvo 50% por encima de lo calculado, en 2015 fue de 18% y las cifras van en ese sentido en 2016. Y por el otro, es que esta estrategia, que se estableció como un instrumento para mejorar la salud, no ha impactado de manera significativa.  

¿En qué se basa el gremio para dar esta afirmación?
En los estudios de tres organismos de prestigio en México (Centro de Estudios Económicos del Colegio de México, el Itam y la Universidad de Nuevo León) que coinciden en que no ha habido un decrecimiento significativo en el consumo de refrescos (gaseosas), en la ingesta calórica y, además, en que el impuesto ha sido regresivo, pues está afectando más a la población de menores ingresos de la sociedad. Es decir, los más pobres son los que han contribuido más a la recaudación de este tributo. Y ahí dejo este dato, en 2014 más de 60% de los 18.000 millones de pesos mexicanos (US$973 millones) que se recaudaron por el Ieps provienen de los estratos bajos. En conclusión, no vemos que el impuesto tenga una relación de decrecimiento significativo en el consumo de las bebidas saborizadas ni en la ingesta calórica, que es lo más importante.

¿Qué cifras hay en materia de ventas y consumo desde que está el Ieps? 
Según datos del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) las ventas de refrescos y bebidas saborizadas en 2014 cayeron apenas 1,9% cerrando en 18.987,5 millones de litros comercializados. Paradójicamente, en 2015 se empezó a recuperar el consumo, pues la caída fue de tan solo 0,2% (18.624,9 millones de litros vendidos). Y en 2016, las ventas vienen creciendo 0,5% en enero, 1,6% en febrero y 3,2% en marzo. 

Entonces el principal objetivo del Ieps no se está cumpliendo
No es un instrumento efectivo para los fines que se planteó. No es exitoso para combatir o disminuir el sobrepreso. Basado en los estudios que cité, desde Anprac decimos que el impuesto a los refrescos en México no ha sido exitoso para reducir la obesidad y el sobrepeso. Y le doy otro dato para apoyar esta tesis, el Iesp está establecido a la cuota,  es decir, que se paga un peso mexicano por cada litro producido. Si se recaudaron en 2014 alrededor de 18.000 millones de pesos mexicanos,  entonces se vendieron 18.000 millones de litros. Si la recaudación es alta, lo que quiere decir es que no está disminuyendo el consumo, sino todo lo contrario. 

¿Y tampoco ha funcionado en la ingesta calórica del mexicano?
La afectación de la ingesta calórica por refrescos es mínima y poco significativa. Un mexicano consume al día más de 3.000 calorías. En 2014, los refrescos aportaron 5,2 calorías de ese total, cifra que en 2015 bajó a 1,7 calorías. Si las bebidas contribuyen en esto, quiere decir que realmente no es un elemento para la afectación del consumo. 

Vanessa Pérez Díaz
Enviada especial a México*
*Invitada por Coca Cola - Femsa