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los nueve consejeros del organismo han votado a favor de dejar los tipos sin cambio, en el 0,75%
El calendario anual del Banco de Inglaterra ha propiciado que la reunión de hoy se produjera en una de las semanas más turbulentas para la libra de los últimos tiempos.
Las dos primeras sesiones desplomaron la cotización de la divisa británica hasta sus mínimos de dos años y medio. La determinación del nuevo primer ministro, Boris Johnson, de aprobar el Brexit el 31 de octubre sin necesidad de llegar a un acuerdo con Bruselas ha disparado las alertas de un Brexit caótico.
Las reticencias anoche de la Reserva Federal de EE.UU. a la hora de adoptar una agresiva sucesión de rebajas de los tipos de interés ha renovado hoy las presiones bajistas sobre la libra. Su cotización aguardaba el desenlace de la reunión del Banco de Inglaterra al filo de los 1,21 dólares, en mínimos de 30 meses. Nada más conocerse el resultado de la reunión del Banco de Inglaterra, la libra se queda a un paso de perder el nivel de los 1,21 dólares por primera vez desde comienzos de 2017.
La creciente amenaza que supone un Brexit caótico obliga al banco central de Reino Unido a extremar la cautela. reconoce que en sus anteriores estimaciones macro descontaba un "Brexit suave", pactado. La situación actual dibuja un panorama aún más incierto, de ahí que haya rebajado sus previsiones de PIB de Reino Unido tanto para 2019 (del +1,5% de mayo al +1,3%) como para 2020 (del 1,6% al 1,3%).
El freno previsto para 2019 incluirá, según sus nuevas previsiones, un estancamiento del crecimiento en el segundo trimestre, al recortar su proyección del PIB del 0,2% anterior al 0,0%.
La incertidumbre máxima por el desenlace del Brexit condicionará de lleno la política monetaria del Banco de Inglaterra. La institución monetaria reconoce que no puede asegurar cuál será el rumbo de los tipos de interés, y que en función del impacto que provoque el Brexit, "los tipos de interés podrían ir en cualquier dirección".
En la rueda de prensa posterior a la reunión, el gobernador del Banco de Inglaterra, Marck Carney, ha querido destacar que no se puede caer en una fórmula simplista por la que los tipos de interés subirían en el caso de un Brexit pactado y bajarían en un escenario de Brexit caótico.
A preguntas de los periodistas, Mark Carney no ha descartado que el Banco de Inglaterra se vea forzado a lanzar un masivo programa de estímulos monetarios si se materializa la amenaza de un Brexit sin acuerdo.
De momento, en plena cuenta atrás para el 31 de octubre, la fecha en la que Boris Johnson tiene previsto materializar el Brexit, los nueve consejeros del Banco de Inglaterra han votado a favor de dejar los tipos sin cambio, en el 0,75%. La decisión era ampliamente descontada por el mercado, al igual que la unanimidad de los consejeros a la hora de mantener congelado el programa de compra de deuda.
El Banco de Inglaterra mantiene el mensaje de que una subida de tipos gradual sería apropiada para la economía británica, aunque reconoce que para que se mantuviera esta percepción sería necesaria una recuperación de la economía global y un Brexit pactado.
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