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El presidente de Estados Unidos aseguró que esta y las próximas dos semanas serán las más difíciles para sus ciudadanos
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, agravó el torno respecto a la pandemia del Covid-19. Lejos de alimentar las esperanzas sobre una reactivación de la economía a mediados de abril, el mandatario advirtió que Estados Unidos afronta "dos semanas muy duras". Según Trump, "va ser doloroso, muy doloroso durante dos semanas".
Trump considera que, con las medidas de contención, podría alcanzarse un rango de entre 100.000 y 240.000 muertos. Sin ellas, los fallecidos se contarían en hasta dos millones. Se espera que el pico de la curva se alcance en dos semanas. Actualmente, Estados Unidos registra 185.000 afectados y más de 3.700 fallecidos.
La Casa Blanca cree que los quince días de aislamiento acumulados hasta ahora han funcionado, pero pide a los estadounidenses que extremen las medidas de precaución durante un mes más por una cuestión de "vida o muerte". El foco de la epidemia se encuentra especialmente en Nueva York, con alrededor de la mitad de los afectados.
No obstante, Trump aseguró que hay material sanitario suficiente para atender a los enfermos, pese a las informaciones de que muchos hospitales están cerca de saturarse.
Once compañías están fabricando ventiladores, según el presidente. Pese a todo, admite que los hospitales deben prepararse para vivir la situación es como una "zona de guerra". "Van a ser dos o tres semanas como nunca habíamos visto antes", alerta el presidente de la mayor economía del mundo.
Todos los estados del país se han visto sacudido por la pandemia y las restricciones se están extendiendo en todas las zonas de Estados Unidos. En Nueva York, por ejemplo, solo se permite trabajar a los servicios considerados esenciales y se recomienda a los ciudadanos que permanezcan confinados en casa, aunque no hay mandato legal para ello.
De momento, el Congreso ha aprobado un paquete de US$2,2 billones para contener los estragos del coronavirus en la economía y la Casa Blanca está estudiando ahora un plan de infraestructuras por otros US$2 billones para estimular el empleo.
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