Detección de casos de peste porcina africana amenaza millones en exportaciones cárnicas

Tras la paralización del sector avícola hace unas semanas por la aparición de varios casos de gripe aviar, que resultaron en el confinamiento de cientos de granjas en todo el país, la alarma se trasladó ayer al sector cárnico tras la detección de dos casos de peste porcina africana -inédita en España desde 1994- en jabalíes silvestres de la provincia de Barcelona.

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La noticia fue cobrando fuerza a lo largo de la jornada, y terminó con la suspensión de 120 certificados de exportación para la industria cárnica que incluyen, entre otras, las ventas de 14 industrias cárnicas de la provincia hacia China. Sin embargo, en este último caso la suspensión podría no afectar a las empresas del sector en el resto del territorio nacional, después de que hace dos semanas las autoridades del gigante asiático aceptaran la regionalización, es decir, el control de la enfermedad en zonas delimitadas.

En este sentido se pronunciaron a última hora de la tarde desde la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (Interporc), organización que agrupa a las principales organizaciones cárnicas porcinas españolas, con empresas como ElPozo o Campofrío, afirmando que ya se está trabajando para "evaluar el alcance de los casos". Por protocolo, se ha creado una zona de vigilancia en un radio de 20 kilómetros alrededor de la zona de detección, dentro del cual las granjas -en concreto, 39 explotaciones- verán restringida su labor operativa y comercial.

Desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que dirige Luis Planas advirtieron de medidas "muy duras y draconianas" para contener un brote que podría poner en riesgo no sólo las exportaciones de porcino presentes, sino también las futuras, debido al potencial daño en la reputación de la industria cárnica española.

"Fuera de esa zona hay libertad de movimiento. De esta forma, una granja de cerdos que esté a 25 kilómetros de estos focos, en teoría puede mover sus cerdos libremente. Eso sí, dentro de estos 20 kilómetros hay unas restricciones muy potentes y mucha vigilancia intensificada tanto de los animales domésticos como de los jabalíes", declaró el director general de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal, Emilio García Muro, tras las reunión urgente de la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria (Rasve).

"El hecho de que se hayan detectado de forma temprana dos casos en jabalíes silvestres pone de manifiesto el sobresaliente nivel de vigilancia y control de la sanidad animal de nuestro país, así como la buena coordinación entre las diferentes administraciones, que han activado el correspondiente Plan de Contingencia", señalaron desde Interporc, insistiendo en que "las granjas de porcino de España cumplen con rigurosos planes de bioseguridad que se rigen por una estricta legislación en la que se especifican exhaustivamente los requisitos que deben cumplir las granjas de porcino para poder desarrollar su actividad ganadera y garantizar una producción de alimentos segura".

Impacto millonario en la industria cárnica del cero

De extenderse en los próximos días, el impacto de la peste porcina africana sobre el sector podría cobrarse millones de euros en exportaciones para un sector que goza de gran prestigio internacional.

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No en vano, las ventas porcinas en el exterior sumaron 2,76 millones de toneladas el año pasado, lo que representa un crecimiento del 84% en la última década y más del doble de las registradas en 2008, según el último informe anual del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Estos buenos resultados se tradujeron en un incremento del volumen comercial del sector porcino español fuera del país del 148% entre 2014 y 2024, superando los $8.700 millones de euros en 130 mercados que suman alrededor de 4.000 millones de consumidores.

A junio de 2025, existían en España 44.606 explotaciones de porcino, de las cuales más de 5.000 se encuentran en Cataluña, la comunidad que se vería más afectada ante posibles confinamientos si la enfermedad termina extendiéndose más allá del radio delimitado hasta el momento por las autoridades sanitarias.

Después de más de tres décadas de tranquilidad, la peste porcina regresa a España a través de una nueva variante, la africana, frente a la peste clásica que afectó al sector entonces. Pese a que en 1994 la enfermedad también fue controlada y contenida con solvencia, el impacto en las exportaciones sí fue mayúsculo.

El golpe fue especialmente duro en Cataluña, donde se prohibieron de forma inmediata las ventas a países de fuera de la Unión Europea, lo que a su vez provocó que España perdiera la categoría de país libre de la enfermedad ante la Organización Mundial de Salud Animal (OMSA). Para recuperar este estatus, el país tuvo que poner en marcha importantes medidas de control y vigilancia, aunque el daño reputacional a la industria cárnica porcina fue mucho mayor, tardando varios años en recuperar su volumen de exportaciones extracomunitarias.

La peste porcina africana es una enfermedad no zoonósica, por lo que las personas no son susceptibles a la infección ni por contacto con los animales ni por ingestión de productos derivados de ellos. Está considerada por la Unión Europea (UE) como enfermedad de categoría A, "por lo que los Estados miembros deben adoptar medidas precisas para lograr su control y erradicación lo antes posible en las zonas afectadas", señalaron desde el Ministerio. Por ello, solicitaron al sector a que extreme todas las medidas de seguridad y vigilancia en las explotaciones de ganado porcino y jabalíes, y en el transporte de animales, en los próximos días, y recordaron la obligación de comunicar a los servicios oficiales de las CCAA cualquier sospecha en todo el territorio nacional.