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Según la autora de dicho documento, la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, quien está presente durante el primer foro entre la Celac y China que inició ayer y concluirá hoy en Beijing, “esto representa una oportunidad histórica para que la región pueda abordar de lleno temas como sus desafíos de infraestructura, innovación y recursos humanos, elevar sus niveles de productividad y competitividad y diversificar sus exportaciones”.
La publicación resalta que la Celac es la instancia más apropiada para que la región aborde los nuevos desafíos que se perfilan porque las iniciativas nacionales, aunque necesarias, resultan claramente insuficientes para lograr el objetivo de ser un socio económico y comercial relevante para China.
Con el paso de China de ser un socio menor de América Latina y el Caribe a ser un actor central entre 2000 y 2013, el comercio de bienes que existía entre ambas regiones se multiplicó por 22, pasando de poco más de US$12.000 millones a casi US$275.000 millones.
Esta cifra representó un hito para la región pues, durante este mismo periodo, el comercio de América Latina y el Caribe con el mundo se multiplicó solo por tres.
Pero, de acuerdo al informe, desde 2012, el ritmo de expansión de la economía del país asiático se ha moderado. Con sus reformas, la nación evoluciona hacia un modelo donde se quiere enfocar en el consumo de los hogares y en menor medida a las exportaciones y la inversión doméstica.
Según el documento, las formas para incluir una mayor salida de capitales chinos al exterior es mediante el aumento de los costos laborales y la búsqueda de oportunidades seguras y rentables para colocar sus excedentes de ahorro.
Por su parte, de romperse el creciente déficit comercial con China, América Latina y el Caribe podrían atraer mayor inversión extranjera directa (IED) a distintos sectores.
Esa IED se puede ver representada en sectores de las industrias extractivas, como las manufacturas, los servicios, la infraestructura, la energía, el transporte y la logística, donde se concentra cerca de 90% de la IED china estimada entre 2010 y 2013.
Además, la IED que a penas está cogiendo fuerza desde América Latina y el Caribe hacia dicho país asiático podría dirigirse a nuevos nichos del mercado en sectores como la agroindustria, turismo, entretenimiento, arquitectura, planificación urbana, gestión ambiental y servicios orientados a los adultos mayores.
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