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Cada año, el mundo emite más de 36.000 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, según la Organización Meteorológica Mundial
El mundo se encuentra en un punto en el que, o avanza hacia la transición energética, o regresa a la explotación de combustibles fósiles, cualquiera de las dos opciones amenaza con impactar a la economía y el medio ambiente. Entre los países que se encuentran en este dilema está Colombia, pues el nuevo Gobierno del presidente Gustavo Petro, busca detener la exploración de hidrocarburos para disminuir el impacto en el cambio climático. Pero, ¿qué tan relevante es el país en cuanto a emisiones de CO2?
De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), cada año se emiten más de 36.000 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, lo que provoca los gases efecto invernadero que aumentan la temperatura de la tierra, provocan huracanes, deshielan los glaciares y hasta puede generar inundaciones en las costas e islas.
Colombia ocupa el puesto 47 a nivel mundial en emisiones anuales de CO2 y el sexto en América Latina, con 77 millones de toneladas, lo que evidencia que su impacto ambiental es mucho menor frente a otros países como Brasil, que es el mayor contaminante de la región, con 489 millones de toneladas; seguido por México, con 418 millones de toneladas; Argentina, con 189 millones de toneladas; Venezuela, con 104 millones de toneladas; Chile, con 85 millones de toneladas; Perú, con 55 millones de toneladas; Cuba, con 24 millones de toneladas; Paraguay, con 8 millones de toneladas; y Uruguay, con 6,77 millones de toneladas.
A nivel global, China es el mayor productor de emisiones de CO2 al año, con 12.466 millones de toneladas, seguido por Estados Unidos, con 4.752 millones de toneladas; India, con 2.648 millones de toneladas; Rusia, con 1.942 millones de toneladas; y Japón, con 1.084 millones de toneladas.
Si bien la cantidad de emisiones de CO2 de Colombia no es tan alta frente a otras naciones, la explotación de combustibles fósiles genera grandes ingresos para las economías de países exportadores cómo Colombia, pues 40% del total de la nación pertenecen al sector petrolero, lo que representa entre 12% y 15% de los ingresos corrientes, según el Ministerio de Minas y Energía.
Recientemente, la ministra de esta cartera, Irene Vélez, reiteró que no habrá más exploración ni explotación de hidrocarburos con el objetivo de descarbonizar la economía, lo que ha desatado críticas de otros sectores debido al impacto que esto pueda generar en las finanzas del país dado los ingresos que genera, pues tan solo entre enero y julio, las ventas de petróleo y sus derivados generaron US$34.561 millones.
“Los ingresos fiscales del país se verían reducidos, perderíamos la independencia energética y en determinado momento tendríamos que importar petróleo, lo cual saldría más costoso, y teniendo en cuenta que es el principal proveedor de dólares, devaluaría nuestra tasa de cambio, lo que, a su vez, provocaría una mayor inflación”, aseguró Juan Ballén, director de análisis y estrategia Casa de Bolsa.
“Los países, junto con las organizaciones públicas y privadas, deben acelerar sustancialmente la tendencia actual de reducción de emisiones absolutas”.
Existen otros sectores que también producen grandes cantidades de CO2. De acuerdo con informes de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Agencia Internacional de Energía (AIE), el sector energético es el mayor contaminante en el mundo (76%), seguido por la agricultura, incluyendo a la ganadería (12%), industria de productos químicos, cemento, entre otros (5,9%), residuos de vertederos de agua (3,3%), uso de suelo y deforestación ( 2,8%).
Según cálculos de Morgan Stanley, los desastres climáticos relacionados con el calentamiento global le han costado al mundo en los últimos tres años US$650.000 millones.
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