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Colombia, el cuarto de la Ocde con más desempleo
España, Finlandia, Suecia, Colombia, Grecia, Turquía, chile, Francia y estonia son los países de la Ocde con la mayor tasa de desempleo en octubre
La tasa de desempleo correspondiente a octubre de 2025 mostró una notable estabilidad en la mayoría de economías desarrolladas.
En 21 de los 32 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Ocde, con información disponible, el indicador se mantuvo sin variaciones frente a septiembre, mientras que siete naciones registraron un incremento y cuatro reportaron descensos.
Entre los países con mejores resultados destacan México, Corea, Japón e Israel, que reportaron tasas iguales o inferiores a 3,0%. En el extremo opuesto, España volvió a ubicarse entre las naciones con mayores dificultades laborales, con un desempleo de 10,5%, y Finlandia alcanzó 10,3 %, su nivel más alto desde julio de 1999. De tercero aparece Suecia. Colombia completa en ranking de los países con más desempleo de la Ocde con una tasa de 8,2%, lo que deja al país en el cuarto lugar de los países con mayor desempleo.

De hecho, se presentaron aumentos significativos de la tasa en Suecia y Colombia, ambos impulsados principalmente por el desempleo entre mujeres de 25 años o más. En contraste, Noruega, Canadá y Australia que lograron reducir sus tasas.
Juan Salvador Vargas Díaz, abogado en Quintero y Quintero Asesores, explicó que la razón de que Colombia no despegue en materia laboral es porque “en primer lugar, el país mantiene unos de los costos laborales más altos de la región, lo que desincentiva la creación de nuevos puestos de trabajo. La Reforma Laboral (Ley 2466 de 2025) incrementó varios de estos costos -recargos, licencias, rigidez en el tipo contractual- sin generar mecanismos que compensen la carga para las empresas, especialmente para las micro y pequeñas, que son quienes concentran el empleo nacional. Esta situación explica por qué muchos empleadores no pueden absorber nuevos trabajadores, pese a la recuperación parcial de ciertos sectores”.
Además, dijo que el desempleo está estrechamente ligado a problemas macroeconómicos persistentes. “El bajo crecimiento esperado para 2026, sumado a la inflación acumulada y al aumento generalizado de costos operativos, reduce la capacidad empresarial de contratar. Las compañías enfrentan más gastos, pero con menor margen de expansión; un entorno así restringe, por definición, el empleo formal”, agregó.
Como tercera razón dijo que “Colombia mantiene un mercado laboral altamente rígido y poco adaptado a las necesidades del siglo XXI. Los modelos tradicionales de contratación no responden a modalidades contemporáneas como el trabajo digital, por horas, por proyectos o por ingreso intermitente. La reforma laboral abordó estos temas solo parcialmente -apenas 30 % de su contenido está implementado o reglamentado-, dejando sin resolver la flexibilidad necesaria para ampliar la oferta laboral y formalizar a quienes hoy están por fuera del sistema”.
Finalmente, dijo que “persiste una baja productividad laboral, que limita la expansión del empleo. Colombia registra niveles equivalentes a 35% del promedio Ocde”. Esto implica que contratar más trabajadores no necesariamente genera más producción o mejores resultados económicos, situación que desalienta la contratación adicional incluso en sectores que han mostrado crecimiento.
En la Unión Europea y la zona del euro, la situación también fue de estabilidad. Ambas regiones mantuvieron en octubre tasas de desempleo de 6,0% y 6,4%, respectivamente, niveles que continúan 0,2 puntos porcentuales por encima de los mínimos históricos observados en octubre y noviembre de 2024. De los 17 países de la zona euro que forman parte de la Ocde,13 no reportaron variaciones durante el mes.
Finlandia fue la excepción más visible: el repunte de su desempleo estuvo impulsado por mujeres y hombres de entre 15 y 24 años, así como por mujeres mayores de 25 años. Austria y Eslovenia también registraron leves subidas, mientras que Italia fue el único país donde se observó un retroceso. Fuera del bloque del euro, la tendencia fue similar. En más de la mitad de los países de la Ocde con datos disponibles, la tasa de desempleo permaneció sin cambios en octubre.
En Noruega y Canadá, la caída estuvo liderada por los hombres de 25 años o más, mientras que en Australia el descenso se explicó mayoritariamente por las mujeres jóvenes. Datos más recientes indican que la tasa de desempleo en Canadá bajó 0,4 puntos porcentuales hasta 6,5% en noviembre de 2025.
La Brecha de genero
El informe revela que en algunas economías desarrolladas, las mujeres mantienen tasas de desempleo iguales o incluso inferiores a la de los hombres, mientras que en otras naciones la distancia es amplia.
En el primer grupo, donde las mujeres presentan tasas de empleo iguales o menores que los hombres, se encuentran países como Japón, Corea, Israel, Australia, Irlanda y Noruega.
En estos casos, las diferencias suelen ser reducidas y evidencian estructuras laborales más inclusivas o mercados de trabajo con mayor participación y continuidad laboral femenina.
Finlandia destaca particularmente por presentar la mayor brecha favorable hacia las mujeres, pues la tasa para lo hombre fue de 10,5%; mientras que la de las mujeres fue de 10%. Por el contrario, en un número importante de países la tasa de desempleo de las mujeres es significativamente mayor que la de los hombres. Polonia, Suiza, Grecia, Colombia y España encabezan esta lista, donde la brecha es considerable y refleja obstáculos persistentes para la inserción laboral de las mujeres.
En estas economías, factores como la informalidad y las responsabilidades del cuidado, influyen en esta brecha.
En España, Colombia, Turquía y Grecia, la diferencia entre el desempleo femenino y masculino supera con amplitud los niveles de otros países de la Ocde, esta es una señal de alerta sobre las condiciones estructurales del mercado laboral.
Tasas entre los jóvenes y los adultos revelan una brecha persistente
En casi todas las economías analizadas, el desempleo entre los jóvenes de 15 a 24 años supera ampliamente el de la población adulta, evidenciando mayores dificultades de inserción laboral para este grupo. Mientras que las tasas totales de desempleo se mantienen relativamente estables en la mayoría de los países, los niveles de desocupación juvenil alcanzan cifras de dos y hasta tres veces superiores, particularmente en Grecia, España e Italia. Este patrón confirma que la transición de los jóvenes hacia el mercado laboral sigue siendo un desafío.
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