Cameron gobernará en solitario tras lograr la mayoría absoluta en Reino Unido

Un inesperado aluvión de votos a favor del Partido Conservador ha permitido a Cameron arrasar en las elecciones británicas y lograr 325 escaños, a falta del recuento en 9 circunscripciones.

La mayoría estricta en el Parlamento británico exige lograr 326 escaños, pero con 325 Cameron dispondría ya de una mayoría técnica que le permitirá gobernar holgadamente, ya que los miembros del Partido Sinn Fein no acostumbran a recoger su escaño y el "speaker" de la Cámara no vota.

Contra todo lo que habían dicho las encuestas durante la campaña electoral, Cameron ganaría con suficiente holgura para gobernar en solitario. La noche se salda también con una gran derrota de Ed Miliband, el líder laborista (229 escaños, de momento); un tremendo castigo a los liberal demócratas de Nick Clegg (8 asientos); y una espectacular victoria de los nacionalistas de Escocia, que a esta hora logran 56 escaños de los 59 que hay en juego.

Cadena de dimisiones
El líder laborista Ed Miliband ya ha presentado su dimisión tras el duro varapalo sufrido por su formación. También lo ha hecho Nigel Farage, el líder de UKIP, que no ha logrado ser el candidato más votado en su propia circunscripción, lo que también le obligado a apartarse de la dirección del partido. Y después, Nick Clegg, el líder liberal demócrata, que si tiene escaño pero que ha visto el derrumbe de su partido, que pasa de 57 a 10 escaños.

La libra reaccionó de forma positiva al triunfo conservador, con ganancias frente al dólar del 1,3%.

Escrutinio casi completado
En torno a las ocho de la mañana (hora española), y con 523 de los 650 escaños ya escrutados, los Conservadores obtenían 232 asientos en el Parlamento (18 más), mientras que los laboristas lograrían 208 (29 menos) y los Liberal Demócratas se hundirían con 6, lo que supone una caída de 37.

Lo que no ha sido una sorpresa ha sido el resultado de los independentistas escoceses. El SNP lograba a esa hora 55 escaños de los 59 que están en juego en la región, lo que supone un aumento de 49 escaños.

El líder laborista, el gran derrotado de la noche, tuvo que admitir que se trataba de unos resultados "decepcionantes" y reconoció que el partido había sido barrido en Escocia, donde el SNP ganará previsiblemente casi todos los escaños en juego. "El próximo gobierno tiene una gran responsabilidad de mantener el país unido", dijo Miliband. "Lo que nos une es mucho más que los que nos separa".

El otro gran derrotado de la noche fue Nick Clegg, el líder del Partido Liberal Demócrata, que ha perdido buena parte de sus escaños y podría alcanzar sólo 10 asientos, frente a 57 de hace cinco años. Clegg logró retener su puesto en el Parlamento, al ganar en la circunscripción de Sheffield, pero reconoció que la "derrota era dolorosa y cruel".

David Cameron, que también ofreció una breve comparecencia, aseguró que su objetivo es "mantener el país unido" y resaltó que los buenos datos económicos y la creación de empleo habían sido clave en su reelección.

Los conservadores lograron 306 diputados en las elecciones de 2010, con lo que el electorado les habría recompensado por su gestión de la economía de los últimos años si se confirma que alcanzan los 316 escaños. Gran parte de este crecimiento se habría producido a costa de los liberales.

También habrían votado por los tories algunos de los británicos que habían mostrado su respaldo al partido anti-EU UKIP en las encuestas. De acuerdo a los sondeos a pie de urna, UKIP se quedaría con sólo dos escaños.