Calendario, cronógrafo y sonería en el reloj más valioso del Sihh

Siete años ha llevado crear el Grand Complication de A. Lange & Söhne. Es su reloj más complicado y valioso desde 1845.

Para ser una de las estrellas del pasado Salón Internacional de la Alta Relojería (Sihh) de Ginebra, el Grand Complication de A. Lange & Söhne fue uno de los relojes más inaccesibles de la feria. El stand de la firma sajona estaba presidido por una monumental representación del mismo. Pero ver el original sólo era posible mediante acreditación previa y sin posibilidad de tocarlo.

Conocer el Grand Complication tuvo algo de acto de veneración, un gesto simbólico e intencionado de los responsables de A. Lange & Söhne. El Grand Complication es el reloj más complicado de los realizados por la manufactura desde su fundación en 1845. En palabras de Tony de Haas, director de investigación y desarrollo de la firma, “sintetiza en una sola pieza toda la herencia adquirida. Además, su realización nos ha dotado de conocimientos que serán aplicados en el futuro”.

Por tradición, se define como gran complicación aquel reloj que combina las funciones de calendario, cronógrafo y sonería. La pieza de A. Lange & Söhne es más que eso. El cronógrafo eleva su complejidad al incorporar una aguja rattrapante y un segundero fulminante (a las 6 horas) con una precisión de un 1/5 de segundo. Tampoco la sonería es al uso.

Además de repetición de minutos, el mecanismo incorpora ‘gran sonería’ y ‘pequeña sonería’. En la primera de las posiciones, el Grand Complication tañe automáticamente las horas y los cuartos en secuencia completa cada 15 minutos, sin necesidad de activar ningún pestillo como ocurre en la repetición de minutos normal.

Prodigio mecánico. El reloj más complicado de A. Lange & Söhne tiene un mecanismo con 876 componentes, incluyendo 67 rubíes y siete engastes de oro atornillados. Su realización implica el trabajo de un maestro durante un año. Un esfuerzo que eleva su precio hasta casi dos millones.

El calibre reúne un total de 876 componentes, incluyendo 67 rubíes y siete engastes de oro atornillados. La complejidad del reloj también se traslada a otros elementos como la esfera. “Consta de cinco discos esmaltados. Cortarlos es tan complicado que sólo conseguimos una esfera aprovechable de cada 20”. Cada uno de los relojes lleva un año completo de trabajo de un maestro relojero. “Por su dificultad, y para destacar su carácter exclusivo, del Grand Complication sólo se harán seis piezas, una cada año”.

Las seis tendrán un formato único en caja de oro rosa. Tiene un diámetro de 50 mm con un grosor de 20,3 y un peso de 240 gramos. El precio, en consonancia con su categoría, es de 1.920.000 euros de acuerdo a la fiscalidad alemana. “Lo puedes ver como un reloj de casi dos millones de euros o como el fruto de siete años de trabajo de toda una manufactura. Nosotros preferimos la segunda perspectiva”, argumenta De Haas.