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La guerra comercial entre Estados Unidos y China también influye negativamente en la comercialización de productos europeos.
Cada vez hay más preocupación en Europa por la posibilidad de que la economía más fuerte del continente haya caído en una recesión técnica, luego de que el Ministerio Federal de Economía y Energía alemán indicara que la producción industrial cayó 0,4% por tercer mes consecutivo.
El sector manufacturero también tuvo una baja de 1,9% en comparación con octubre, lo que posiciona a la industria como un rezago para la economía del país. A esto, se le suma la reducción de 1% a los pedidos que se hicieron a las fábricas del país germano.
“El antiguo motor de crecimiento de la economía alemana sigue perdiendo tracción. Los datos comerciales de hoy hacen muy poco para eliminar los temores de una recesión técnica”, dijo Carsten Brzeski, economista jefe de ING Alemania.
La implementación de nuevas regulaciones respecto a la emisión de gases de automotores en la Unión Europea, es otro de los factores que contribuye a la caída, no se debe olvidar que este sector es el de mayor peso en la economía. Durante septiembre del año pasado, las matrículas de vehículos cayeron 30% en el mercado germano.
“La producción industrial ha estado tratando de salvar la cara, primero a costa de limitaciones relacionadas con la oferta y últimamente a costa de una demanda endeble”, agregó Brzeski.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China también influye negativamente en la economía europea. Las principales marcas de vehículos como Volkswagen y BMW han tenido dificultades para mantener su ritmo de ventas en el gigante asiático.
“Las exportaciones de la eurozona a Estados Unidos se han mantenido constantes gracias al crecimiento sólido de la economía norteamericana, sin embargo, hacia China han decaído”, dijo Anna Titareva, economista de UBS.
Estos resultados podrían causar una reacción en cadena, pues Italia también redujo su producción industrial 1,6% en noviembre y España y Francia también registraron números preocupantes que dejan un sinsabor y varias dudas para el desarrollo en la región en 2019.
“Los inversionistas europeos deben tomar esta situación con cautela. Además de la desaceleramiento, el continente se enfrenta a otros factores como el Brexit, la maduración del ciclo de la economía estadounidense y la incertidumbre que genera el crecimiento de china, que marcha a un ritmo incierto”, advirtió François Villerois de Galhau, miembro del consejo del Banco Central Europeo.
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