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La coalición allana el camino para poner fin al control del poder por parte del primer ministro Netanyahu durante más de una década
El político de derecha israelí Naftali Bennett dijo el domingo que planea unirse a un rival en una coalición opuesta al primer ministro Benjamin Netanyahu, allanando el camino para la formación de un gobierno que pondría fin al control del poder durante más de una década.
"Es mi intención actuar con todo mi poder para establecer un gobierno de unidad nacional con mi amigo Yair Lapid para que podamos salvar a este país de esta espiral y volver a ponerlo en marcha", dijo Bennett. "Podemos detener esta locura y asumir la responsabilidad".
Se espera que el partido Yamina, de Bennett, sea el principal socio del partido centrista Yesh Atid de Yair Lapid en la coalición. Lapid recibió el mandato de formar un gobierno a principios de este mes después de que Netanyahu no lo hiciera por primera vez después de unas elecciones de marzo no concluyentes, las cuartas del país desde 2019.
Los esfuerzos para formar una coalición gobernante aún podrían colapsar a medida que muchos partidos de todo el espectro político intenten ponerse de acuerdo sobre la agenda del gobierno y las carteras del gabinete. También es probable que necesite el apoyo externo de los partidos árabes de Israel.
Lapid tiene hasta el 2 de junio para informar al presidente de su plan de formación de gobierno. Si no lo hace, el presidente Reuven Rivlin devolvería la responsabilidad de seleccionar a un nuevo primer ministro al Parlamento de Israel antes de que se convoquen unas nuevas elecciones.
Lapid no reaccionó de inmediato al anuncio de Bennett, que se produce después de semanas de negociaciones entre sus partidos, según funcionarios de ambos bandos.
Se espera que Bennett y Lapid se turnen para dirigir el gobierno, con Bennett sirviendo primero como primer ministro durante dos años, dijeron los funcionarios.
Bennett controla siete escaños en la Knesset, o parlamento, frente a los 17 de Lapid, pero los israelíes judíos de derecha que anteriormente apoyaron a los gobiernos de Netanyahu pueden encontrarlo un candidato más aceptable como primer ministro.
Cualquier nuevo gobierno se enfrenta a una serie de desafíos económicos y de seguridad. Tendrá que tomar medidas para impulsar el crecimiento económico mientras mantiene un control sobre la pandemia de coronavirus. Israel está abriendo de nuevo, después de varios confinamientos el año pasado, tras una de las campañas de inoculación de covid-19 más rápidas del mundo.
Mientras tanto, un alto el fuego entre Israel y Hamas, gobernante de Gaza, después de 11 días de intensos combates sigue siendo frágil mientras ambas partes intentan consolidar sus logros. Egipto está mediando en las conversaciones entre Israel y los palestinos sobre acuerdos de alto el fuego a más largo plazo.
Más inmediatamente, Lapid y Bennett enfrentan el desafío de reunir a 61 legisladores para jurar su gobierno en el parlamento. Es probable que Netanyahu trate de evitar eso tratando de convencer a algunos de esos legisladores de que no respalden la nueva coalición, dijeron los analistas.
"Durante este proceso, los 61 que se necesitan pueden ser atacados, y Netanyahu continuará haciéndolo", dijo Reuven Hazan, profesor de ciencias políticas en la Universidad Hebrea de Jerusalén. "Hay elementos en todas partes que se pueden recoger".
Los rivales de Netanyahu dicen que está más enfocado en permanecer en el cargo para ayudar a protegerse de las acusaciones de corrupción, que él niega, que en dar prioridad a las necesidades del país.
El partido Likud, de Netanyahu, ganó la mayoría de los escaños en las últimas elecciones, 30, pero fracasó en sus esfuerzos por unir a los partidos religiosos y de derecha de Israel a su alrededor o por conseguir que algunos de ellos trabajaran con un partido islamista para que pudiera mantener el control.
El titular ha acusado previamente a Bennett de trabajar para formar un "peligroso gobierno de izquierda", incluidos los socios que el primer ministro dijo que serían ineficaces para llevar a cabo la campaña de Israel contra el acuerdo nuclear con Irán. Bennett dijo el domingo que está uniendo fuerzas con Lapid porque la única alternativa es una quinta elección.
"La opción de un gobierno de derecha encabezado por Netanyahu simplemente no existe", dijo Bennett.
Bennett, de 49 años, es un exministro de Defensa y Educación, así como un exasistente de Netanyahu. También cofundó una empresa de software antifraude y ganó millones de dólares cuando se vendió. Mientras se desempeñaba como ministro de Defensa, presidió el primer confinamiento por el coronavirus en Israel, un esfuerzo que inicialmente se consideró un éxito. El número de casos de coronavirus en Israel se disparó más tarde después de que Netanyahu se movió para reabrir demasiado rápido, pero Bennett para entonces ya no era parte del gobierno.
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