Las 1.000 empresas más grandes en Colombia por facturación sumaron el año pasado ingresos por $1.217 billones, una cifra que es 34% superior a lo registrado en 2021. Los sectores que más aportaron a estas ventas fueron comercio y servicios con $339 y $301 billones, respectivamente. Por región, es Bogotá-Cundinamarca la que concentra la mayor parte de los ingresos anuales, un 65,5%, lo que representan $797 billones; seguido por Antioquia $182,1 billones; y la Costa Atlántica, con $107 billones.
Con esta radiografía empresarial, donde se refleja el crecimiento y desarrollo económico del sector productivo nacional, el Diario La República ha querido poner la lupa en un tema que cada vez es más recurrente, promisorio y exigido. Las sociedades son cada vez más diversas y esa característica debe saltar, no por obligación sino por convicción, al campo laboral.
Disminuir las brechas en temas de inclusión y equidad en el sector privado y público son cada vez más apremiantes. Ya se vienen trabajando en algunas estrategias y programas, pero aún nos falta camino por recorrer y muestra de ellos son los resultados del informe Ranking PAR que midió a más de 700 organizaciones latinoamericanas, de las cuales más de 200 son colombianas.
El estudio reveló que 73% de las empresas en Colombia que participaron en el análisis posee una política de equidad de género y/o diversidad, 76% cuenta con un comité de equidad de género y/o diversidad y 59% posee un plan de acción. Sin embargo, solo 3 de 10 empresas participantes cumple con una estrategia integral que cuenta simultáneamente con política, plan, recursos asignados y metas, una cifra que contrasta con el comportamiento de las empresas a nivel latinoamericano.
Otro dato que llama la atención es que 34% de empresas colombianas desagrega por orientación sexual, pero
solo 8% tiene metas de representación en esta característica identitaria.
Más allá de simples números, como dice el informe Ranking PAR, “las empresas necesitan pasar del compromiso a la acción estratégica. No basta con una política aislada”.
