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El peso colombiano también se consolidó como la segunda moneda más devaluada del último mes.
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Luego de que el dólar tocara máximos de hasta $4.153, el peso colombiano no tardó en pronunciar su tendencia bajista, devaluándose 2,90% en un día
El dólar se disparó ayer y siguiendo un comportamiento inversamente proporcional, el peso colombiano se ubicó como la moneda emergente más devaluada de la jornada, y como la segunda más devaluada en el último mes.
Luego de que la divisa norteamericana tocara máximos de hasta $4.153, el peso colombiano no tardó en pronunciar su tendencia bajista, devaluándose 2,90% en un día (tomando como último registro las 3:30 p.m. del jueves), caída que la ubicó como la que más se depreció dentro de las emergentes, seguida por el forínt húngaro (-1,12%), el zloty polaco (-0,97%), la corona checa (-0,86%), el lev búlgaro (-0,68%) y el lei rumano (-0,57%).
Sin embargo, esto no fue todo, pues el peso colombiano también se consolidó como la segunda moneda más devaluada del último mes, con una depreciación de 6,24%, antecedida solamente por el peso mexicano, que cayó 8,86%.
Todas estas movidas llevaron al mercado a encender las alarmas y detectar las razones que impulsaron la caída del peso, en donde, hasta el momento, están influyendo coyunturas nacionales e internacionales.
En materia nacional, el mercado está a la espera del Marco Fiscal de Mediano Plazo, lo que genera cierta incertidumbre. “Ad portas de que conozcamos el Marco Fiscal de Mediano Plazo, los mercados parecen reflejar una mayor aversión al riesgo de los inversionistas extranjeros, dado que estamos estimando que este año no se logre cumplir con la regla fiscal”, explicó Gabriela Bautista, analista de Centro América en Corficolombiana.
Además, señaló que consideran que el ajuste de $20 billones anunciado por el ministro Bonilla la semana pasada, será insuficiente para garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas.
“En este contexto de crecientes riesgos fiscales y de deterioro en la actividad económica que ya se comienza a reflejar en un menor recaudo tributario, lo que vemos es una tasa de cambio que finalmente parece incorporar los vientos de depreciación que venimos anunciando desde principios de este año, y que podría profundizarse en el tercer trimestre”, añadió Bautista.
“En este contexto de crecientes riesgos fiscales y de deterioro en la actividad económica, lo que vemos es una tasa de cambio que finalmente parece incorporar los vientos de depreciación”.
Del lado internacional, las elecciones de México y las expectativas de baja de tasas en la Reserva Federal, están pesando en gran medida. “Estamos viendo después de la Fed, que quizás el mercado ya no descuenta nuevas bajadas de tasas de interés en los EE.UU. en el año, solamente una bajada, y eso significa que el dólar no debería debilitarse tanto”, indicó Wilson Tovar, gerente de investigaciones económicas de Acciones y Valores.
Además, explicó que en la región, sigue la preocupación en México por la elección de la nueva presidente y por cómo su poder en el Congreso puede cambiar la Constitución.
Haciendo un barrido de 2024, el peso colombiano se ubica dentro de las cinco monedas que más se han devaluado en lo corrido del año con una depreciación de 7,06%; sin embargo, hay otras monedas de la región que muestran comportamientos peores en el mismo periodo, como el peso mexicano que es la cuarta más devaluada en el año con una caída de 7,88%, el real brasileño que ocupa el segundo lugar dentro de las devaluadas con -9,45%, y el peso argentino, que se lleva el título de la más devaluada del año cayendo 10,39%.
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